Santiago Quintero escalará a la cima del Dhaulagiri y del Lotse

El andinista ecuatoriano Santiago Quintero, quien viajó al Himalaya para subir al K2. Foto tomada de la página www.santiagoquintero.com

El andinista ecuatoriano Santiago Quintero, quien viajó al Himalaya para subir al K2. Foto tomada de la página www.santiagoquintero.com

El andinista ecuatoriano Santiago Quintero intentará nuevas hazañas en el Himalaya.  Foto tomada de la página www.santiagoquintero.com

El 8 de abril, Santiago Quintero espera llegar al campamento base, en Nepal, para iniciar su expedición rumbo a las cimas del Dhaulagiri y del Lotse, dos montañas de más de 8 000 metros de altura.

Esta expedición forma parte de su proyecto de coronar las 14 cimas más altas del mundo, sin la asistencia de oxígeno embotellado. “Es algo que solo 15 personas en la historia han conseguido”, recordó Quintero. Uno de ellos es el andinista ecuatoriano Iván Vallejo.

Según su cronograma, entre el 1 y el 10 de mayo espera coronar el Dhaulagiri, de 8 167 metros sobre el nivel del mar, por la cara norte. Es la séptima montaña más alta del mundo.

En tanto, a la cumbre del Lotse espera llegar entre el 20 y el 26 de mayo. Esta montaña es la cuarta más alta del mundo, con 8 511 m.
Su proyecto, al que bautizó Ecuador por todo lo alto, lo comenzó en el 2007, cuando llegó a la cumbre del Broad Peak  (8 012 m), en la cordillera del Karamkorum, en Pakistán. Al año siguiente conquistó el Makalu (8 463 m). En el 2009 intentó coronar el K-2 (8 611 m), pero no fue posible.

El 2013 pisó la cima del Everest (8 848 m), la montaña más alta del mundo, y hasta el 2016 ya ha conquistado siete cumbres. El proyecto lo espera culminar en el 2020 y convertirse en el primer montañista en cumplir este objetivo con la mitad de sus pies.
En el 2002, tras llegar a la cima del Aconcagua por la Pared Sur, sufrió el congelamiento de sus pies. La mitad de sus pies fue amputada.

Ese accidente no cortó su esencia de andinista. Después de curar sus heridas y culminar un largo tratamiento en España, retornó al país en silla de ruedas.

El proceso de adaptación a su nuevo estilo de vida duró cinco años. “Los médicos decían que no iba a volver a subir a las montañas, pero mi corazón decía que sí. Si yo no hubiera escuchado a mi interior, no me hubiera atrevido a levantarme de la silla de ruedas para subir a la cima del Eve­rest”, dijo el deportista, en los días previos a su viaje a Nepal.

Con esa fuerza interior y ese espíritu de lucha y perseverancia, inició el proyecto que ha tenido días de victoria, y otros de frustración. La cumbre del Cho Oyu la alcanzó en el segundo intento, mientras que el K-2, conocido como la ‘Montaña de las montañas’, le ha sido esquivo por dos ocasiones.

En el 2009 se quedó a 240 metros de la cumbre. No pudo avanzar por la cantidad de nieve acumulada en la ruta y por las malas condiciones climáticas. En la segunda ocasión que intentó la cumbre, el 22 de julio del 2016, hubo una avalancha que destruyó el campamento 3 a 7 600 m de altura. “Arrasó con todo, nos dejó sin nada, no temíamos cómo avanzar”.

Hubo frustración, pero sobre todo un agradecimiento. “Cien metros más a la derecha, y hubiéramos muerto. Dios nos salvó”. En este segundo intento se le dañaron las prótesis, se doblaron y lastimaron la mitad de sus pies. Tuvo que esperar casi dos horas para que un compañero de expedición bajara al campo base para que le trajera las prótesis de emergencia que llevó.

El K-2 aún no tiene una fecha en su agenda para el ascenso, tal vez la deje en el último lugar, pero es la cumbre que sueña alcanzar desde que tenía 15 años. Quintero lo considera como alcanzar una medalla de oro olímpica.

Para escalar el Dhaulagiri y el Lotse mandó a fabricar en Venezuela las nuevas prótesis. Las fabrican de fibra de carbono y polyadime, tiene un recubrimiento para no lastimarlo. Pero esta vez, pese a que serán dos ascensos, solo llevó un par.

Suplementos digitales