La moto luce un aspecto deportivo, sin renunciar a su origen custom.
A finales del año pasado, en el Salón de la Moto de Milán, Moto Guzzi presentó un nuevo modelo con dos variantes que marcaría su reingreso al segmento custom.
Se trata de la V9, heredera directa del clásico modelo Nevada que la marca establecida en Mandello del Lario produjo entre 1991 y el 2012.
La gama V9 está compuesta por las versiones Roamer y Bobber. La primera es la ‘hermana’ elegante, que hace gala de una estética muy bien cuidada con elementos llamativos tales como múltiples detalles cromados, costuras blancas en el asiento y colores brillantes en toda la estructura.
La Bobber, por su parte, es la deportiva de la gama. Sin dejar de ser una custom, el color negro de la mayoría de sis componentes, así como los detalles diferenciadores que incorpora, le confieren el toque ‘racing’.
Entre ellos se cuentan el manillar más bajo, las llantas de perfil más alto y el guardabarros trasero recortado y colocado en una posición elevada.
En cuando a la mecánica, ambas variantes reciben el impulso de un motor bicilíndrico en V a 90° en posición transversal, de 850 cm3, que entrega 55 caballos de potencia y 62 Nm de torque. Su diseño compacto, el peso contenido de 200 kilos y el centro de gravedad rebajado aseguran una conducción sencilla y divertida.
Fuente: motorpasionmoto.com