La FIFA ordena a su filial, la Federación Ecuatoriana de Fútbol de Fútbol (FEF), que reduzca seis puntos al Deportivo Quito, pero la disposición no se cumple. Es folclórico escuchar a Álex de la Torre, 17 años en el cargo de presidente de la Comisión Disciplinaria de la FEF, decir “que el tema se remitió a la Comisión Jurídica para que esta analice el caso porque se desconoce quién debe ejecutar la petición”.
Esa ha sido la forma histórica cómo se han resuelto estos temas en el fútbol ecuatoriano. A veces, según el club, o según las conveniencias. Pero aplicando las normas según las conveniencias. Y eso lo único que ha derivado es aumentar las crisis institucionales y económicas que atraviesan actualmente los equipos en las Series A y B.
¿Qué pasará si uno de los funcionarios de la Comisión Disciplinaría de la FIFA escuchara a De la Torre? Talvez se horrorizaría o lo calificaría de desconocimiento de los procedimientos institucionales o también obviaría la forma como se opera en el Ecuador, porque actualmente esa organización atraviesa una crisis de valores morales.
Estos hechos, agrupados con la pérdida de puntos a equipos como Barcelona, Liga de Loja, Olmedo, Dep. Quevedo -por no presentar roles de los sueldos- reflejan que hay que replantearse el modelo administrativo, con normativas más radicales y no consecuentes.