República Checa tomó el mando de la gran final de la Copa Davis (2-1) que se disputa en Praga.
Aquello sucedió al imponerse a España en el partido de dobles, con la victoria de Radek Stepanek y Tomas Berdych ante los ganadores del torneo Masters Marc López y Marcel Granollers.
“Jugamos regulares todo el partido, el primer set algo mejor, pero no aprovechamos las oportunidades”, dijo Marc López a TVE.
Más sincero fue Granollers, al que no le gustó el final. “Un partido malo por nuestra parte”.
Álex Corretja, capitán del equipo añadió: “La pista dificulta. Pero si en el segundo set hubiéramos llegado al desempate todo habría cambiado”.
Tras el empate 1-1 en la jornada del viernes, el conjunto local, que busca su segunda Copa Davis tras 32 años de espera, tendrá hoy dos oportunidades para sellar su victoria y coronarse campeón en el O2 Arena de Praga.
Berdych tendrá la primera contra David Ferrer (5-3 para el español en sus enfrentamientos) en el duelo entre los dos números uno, mientras que después, si no hay nada resuelto, Stepanek jugará contra Nicolás Almagro (2-1 para el checo).
El público del O2 Arena empujó de forma definitiva para que la pareja checa lograra salir invicta de nuevo en casa.
Los checos, que llevan 12 victorias desde que se formaron como pareja por primera ocasión en el 2007 contra los suizos Yves Allegro y Roger Federer, solo han perdido un partido de 13.
Aquello sucedió en el 2009 en la final contra España en Barcelona, frente a Feliciano López y Fernando Verdasco.
A pesar de las siete horas que sumaron los dos checos en la jornada del viernes, Radek y Tomas se recuperaron del cansancio acumulado y contagiaron al público.
El equipo español jugó un primer set de libro. Granollers logró el primer punto del partido con un saque directo y ganó el último de este parcial con una perfecta volea de revés.
Marcel fue el más regular de los cuatro, con un nivel espectacular al saque, cediendo solo dos puntos con su servicio y como un gato en la red, letal en los cruces.
A eso se añade el genial toque de un Marc López impresionante, con globos ajustados y delicadas muestras de genio puede entenderse el 6-3 en 35 minutos de un equipo español que hizo enmudecer a los casi 13 000 espectadores del O2 Arena.
Pero la reacción del equipo local no se hizo esperar. Tardó 51’ tiempo para disponer de su primera bola de rotura. Stepanek, que había cedido su servicio en el set inicial, fue el motivador de la pareja anfitriona, que con un quiebre sobre el servicio de Marc se impuso en el marcador.