Pablo Cortez es el encargado de las divisiones juveniles de El Nacional. El equipo realiza chequeos periódicos a los jugadores que integran la institución. Foto: EL COMERCIO
Pese a su quebrantada economía y a que no gana un título desde el 2006, El Nacional sigue siendo un destino buscado por niños y jóvenes que quieren concretar su sueño de ser futbolistas.
Cada año, según las cifras que manejan los dirigentes del equipo, unos 2 000 chicos se someten a las pruebas que el equipo realiza a inicio de año en su complejo para integrar sus divisiones juveniles.
De aquellas pruebas, apenas un puñado de jugadores son seleccionados y se integran a la institución que tiene en inferiores a 300 deportistas. Sin embargo, una de las principales preocupaciones del equipo tiene que ver con la veracidad de los documentos que presentan los nuevos deportistas para integrarse al plantel.
¿Los jóvenes tienen la edad que dicen tener?
Hasta el año pasado, esa pregunta era absuelta por la Ecuafútbol que tenía una Comisión de Investigaciones presidida por el general Marco Vargas.
Sin embargo, desde su fallecimiento ocurrido en junio pasado, los equipos han tenido que encargarse de realizar su propia indagación respecto a la edad de los futbolistas.
En El Nacional, al igual que en Independiente del Valle, la tecnología médica actúa como una aliada para dilucidar la verdadera edad de un jugador. Los equipos realizan periódicamente carpogramas para determinar la edad ósea del deportista.
Este examen consiste en una evaluación a través de rayos X de los huesos del futbolista. Se toma una muestra de su muñeca izquierda y se establece la edad. Esta prueba tiene el aval de la FIFA desde el 2009.
El ente rector del balompié decidió adoptar esta revisión por los continuos escándalos en cuanto a la edad de los jugadores africanos, que dominaban las competiciones de juveniles.
Pablo Cortez, director de las inferiores del cuadro criollo, dice que realizan los carpogramas a los jugadores que les despiertan dudas. “Cuando viene un jugador muy alto o que ya ha desarrollado mucho su musculatura”. Los exámenes determinan la edad ósea del jugador y si esa no corresponde a la de la partida de nacimiento, los futbolistas no son admitidos en el equipo. Cortez además utiliza los contactos que tiene el equipo en los destacamentos militares del país para hacer indagaciones en los sitios de origen de los futbolistas.
Independiente también tiene establecido un esquema de protección para estos casos. Lo cuenta Roberto Arroyo, director de divisiones inferiores. Los ‘pichones’ de futbolistas deben presentar su acta íntegra de nacimiento. Este documento es una fiel copia del que consta en el Registro Civil. Tanto El Nacional como Independiente mantienen acuerdos con centros médicos de Tumbaco para realizar este examen y otros chequeos. Arroyo dice que, cuando se presentan esos casos, Independiente los remite inmediatamente a la Ecuafútbol. El cuadro de Sangolquí también recurre continuamente al Registro Civil para confirmar si los documentos de los jugadores están en regla.
¿Un problema general?
En la Selección que jugó el pasado Mundial, dos jugadores tuvieron problemas con su identificación en el pasado: Walter Ayoví, suspendido en 1999. Ayoví, por ejemplo, en sus tiempos de juvenil se hacía llamar Walter Corozo Alman. El otro es Alexander Domínguez, suspendido en el 2007.
De acuerdo con Eduardo Stelik, buscador de talentos de Liga, este es un problema estructural del fútbol ecuatoriano: “hay muchos jugadores que no tienen la edad que dicen tener. Hay muchas zonas del país donde se presenta el problema”.
En el caso de Liga, según el dirigente Juan Carlos Neira, se han detectado casos de jugadores que vienen de San Lorenzo y de Quinindé que tienen problemas con su documentación. Según el dirigente, la Ecuafútbol debería establecer políticas más claras para evitar que se produzcan más casos.
En Universidad Católica, el técnico Patricio Lara dice que utilizan los carpogramas cuando tienen sospechas sobre la edad de un jugador. Él mismo acompaña a los futbolistas a realizarse el examen.