El venezolano ‘Chamo’ Pérez juega 18 años en el ámbito universitario y profesional. Foto: cortesía Esteban Álvarez / Club Iccan
Rafael ‘Chamo’ Pérez ya se ganó la etiqueta de figura. En los cuatro primeros cotejos que jugó alcanzó un promedio de 25 puntos por partido, con cuatro cestos triples. “Me contratan para eso, es mi especialidad sumar la mayor cantidad de puntos por partido”, dijo el venezolano, de 1,96 metros de estatura y 32 años.
Juega en Iccan, el conjunto de Macas, que lidera la Liga Nacional de Basquetbol. El entrenador Juan José Pidal lo conoció en su paso por Venezuela y no dudó en contratarlo. “Me he acoplado bien a mis compañeros, ellos me ayudan también con sus asistencias”.
Es un profesional de este deporte. “Cuido mucho de mi cuerpo porque vivo de él. Sé que tengo que cuidarlo, porque llegará un día en el que ya no esté en condiciones para jugar a este nivel”.
Su preparación comienza en la mañana cuando va al gimnasio para cumplir dos horas de pesas y tonificación de musculatura. Luego va al coliseo para lanzar desde distintas posiciones en la cancha. “Son entre 500 y 600 lanzamientos”.
Y en la noche asiste a la práctica con el resto de sus compañeros. Toda esta preparación va de la mano con una buena nutrición. “A lo largo de mi carrera me he mantenido saludable, cero licor, cigarrillo y trasnoches. Nada de frituras, dulces y gaseosas. Bebo mucha agua para recompensar todo el desgaste físico, me alimento con pescado y carbohidratos, y lo complemento con un ciclo de vitaminas”.
Su mundo es el básquet. Así creció y hoy lo disfruta día a día. “Tenía 10 años cuando acompañaba a mi padre, él también fue basquetbolista”. Creció admirando al ‘Mago’ Sam Shepherd, Carl Herrera, Víctor Alegría, Richard Lugo.
Con la selección de su país jugó por 10 años. Estuvo en cinco Sudamericanos, dos Preolímpicos y un Premundial.
Dejó su Venezuela para estudiar Criminología en Puerto Rico.
Logró el título de licenciado y también se consagró campeón universitario. Hizo carrera en la isla y en los últimos 12 años ha integrado clubes de Estados Unidos, México, República Dominicana, Uruguay y ahora Ecuador. “Gracias al básquet conozco casi toda Latinoamérica”. Al hablar de conocer es también internarse en su cultura. “Me gusta aprender de su historia y disfruto de su gastronomía”. En Macas, por ejemplo, ya comió maito, pescado cocido en hojas de achira.
El ‘Chamo’ Pérez disfruta de jugar en un club de la Amazonía. “Es una ciudad pequeña donde todos se conocen y un evento nuevo llama la atención. A cada partido han ido unas 2 000 personas, hay un gran ambiente”.
Es el capitán del equipo porque “se me hace muy fácil comunicarme con el grupo dentro de la cancha, sé qué decir si alguien está haciendo algo mal”. También lidera el trabajo en las prácticas y las responsabilidades en la cancha.
Es de los jugadores que toma el balón para lanzarlo justo en el último segundo de juego en pos de la canasta que puede llevarlo a la gloria o sumirlo en las críticas. “Desde que empecé esta carrera me he preparado para ello. En ese momento tengo que demostrar toda mi experiencia”.
No lleva una estadística minuciosa de esos lanzamientos, pero dice: “tengo un 60% de efectividad. Esa cifra en el básquet es alta”. Uno de esos lanzamientos le permitió coronarse campeón universitario en Puerto Rico. Pero también está en su estadística uno que lo falló, y por el que perdió una final en Venezuela.
“Después de haber fallado, el recuerdo vine a tu mente de manera instantánea. Hay que trabajar en tu autoconfianza para tomar de nuevo esa responsabilidad”, reflexiona el ‘Chamo’ Pérez.