Los tres diestros se fueron a hombros

De izq. a der., en hombros, están Antonio Ferrera, Gines Marín y Andrés Roca Rey, en la plaza Belmonte, este sábado, 2 de diciembre del 2017. Foto: Galo Paguay / EL COMERCIO

De izq. a der., en hombros, están Antonio Ferrera, Gines Marín y Andrés Roca Rey, en la plaza Belmonte, este sábado, 2 de diciembre del 2017. Foto: Galo Paguay / EL COMERCIO

De izq. a der., en hombros, están Antonio Ferrera, Gines Marín y Andrés Roca Rey, en la plaza Belmonte, este sábado, 2 de diciembre del 2017. Foto: Galo Paguay / EL COMERCIO

Con la imagen del triunfo de la terna atravesando la puerta grande se cerró el segundo festejo del ciclo en la Plaza Belmonte de Quito.

Con media plaza y con tarde de lluvia fuerte que retrasó el inicio del festejo se lidiaron tres ejemplares de Huagrahuasi y tres de Triana, de dispar juego y nobles en general, destacando los corridos el segundo y sexto término.

Entonado saludo de capa de Antonio Ferrera. Tras un buen par de El Bille, Ferrera se dobló con solvencia y se lució en cuatro tandas de derechazos de buen corte, por el pitón izquierdo la res no daba prestaciones. Molinetes y circulares de cierre para oreja simbólica paseada entre aplausos.

En su segundo el extremeño invitó a banderillear a los subalternos ecuatorianos Patatas y El Bille y los tres saludaron ovaciones en medio del entusiasmo general. La faena de muleta alcanzó cotas de alta expresividad y fue el diestro hilvanando series de derechazos de dimensión y torería. Con pasajes de alta conexión. Así está Ferrera de maestro que disfruta su torería plena. Dos orejas y gritos entusiastas de ¡Viva Quito! en la triunfal vuelta al ruedo.

Los lances a la verónica fueron el prólogo de Andrés Roca Rey a un aplaudido quite por chicuelinas. Faena sobre ambas manos que inició con muletazos ayudados por alto, con buenos pasajes ante una res que humillaba mucho y que al principio le costaba romper pero que terminó embistiendo en una gran tanda de naturales. El entusiasmo fue ganando terreno y el premio de dos orejas dejó a Roca Rey con la llave de la puerta grande.

El limeño lanceó por verónicas y chicuelinas y tras el buen puyazo de Manuel Molina, el quite echándose el capote a la espalda con caleserinas jaleadas por el público. La faena fue de mérito pero intermitente con algunos buenos pasajes ante un toro que calamocheaba y se iba apagando. Palmas.

Ginés Marín, nuevo en esta plaza, saludó por verónicas y quitó por chicuelinas. La faena, contrariamente a lo que hubiese esperado, se desarrolló con mejor tono por el pitón izquierdo con varios naturales de buen corte. Una oreja simbólica resultante de la petición atendida por la autoridad, de espectadores generosos.

Desde las primeras de cambio de extremeño debutante en Quito, dejó ver sus buenas maneras al lancear con aplomo y suavidad de capa enseñando al toro por donde embestir. Buen puyazo de Braulio Almeida en el que el toro embistió con la cabeza baja.

Excelente inicio de Ginés Martín por abajo, doblándose, para una faena de temple y buen aire por un lado derecho por donde la res colaboró y humilló en varias tandas que dejaron ver las buenas condiciones de este torero fresco y de buena técnica y clase. Tras los ensayos al natural y el remate por alto, pases circulares y una oreja simbólica con petición fuerte de dos.

Al finalizar el festejo la terna se fue a hombros de la plaza entre el reconocimiento de un público agradecido.

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