En los autos modernos, el panel le indica cuándo hay que hacer el próximo cambio de aceite. El de neumáticos es fácil de comprobar por el conductor y el manual del vehículo informa sobre los tiempos que deben transcurrir para las revisiones o inspecciones.
Sin embargo, éstas son las reglas generales para estar al tanto de cómo están los distintos componentes y de si hay que acudir al taller.
- ACEITE: El aceite debe renovarse habitualmente ya que con el tiempo se reduce su viscosidad y con ello la capacidad de lubricar. Desde que existen aceites de alto rendimiento y se ha reducido la fricción en los motores, los intervalos para hacer los cambios se han ampliado. Hoy en día se puede aguantar de 30 000 a 50 000 kilómetros.
Sin embargo, todo dependerá del uso. En el caso de trayectos cortos, el auto no alcanza su temperatura óptima, por lo que entonces se requiere antes el cambio de aceite. A menudo hay sensores que controlan la calidad del lubricante.
- FRENOS: El desgaste depende mucho del tipo de manejo. Quien conduzca a menudo en superficies heladas debe ya cambiarlos a los 10 000 kilómetros. A veces duran también hasta los 100 000. Para saberlo, un vistazo de un experto al estado en el que se encuentran es suficiente.
Se recomienda su revisión una vez al año. Algunos modelos avisan al conductor de que el cambio empieza a ser necesario con un indicador luminoso.
- LÍQUIDO DE FRENOS: En general, los fabricantes recomiendan cambiarlo cada dos años porque es hidrófilo y atrae el agua del aire que lo rodea. Como los frenos se calientan mucho ese agua se transforma en vapor y eso puede influir en su funcionamiento porque el vapor de agua, a diferencia del líquido de frenos, se comprime, por lo que los frenos pierden fuerza.
- NEUMÁTICOS: Con el tiempo se hacen más porosos. Para su cambio no existe un tiempo determinado, pero recomiendan cambiarlos cada seis o como máximo diez años, ya que el compuesto de goma se endurece con el paso del tiempo y se hace más poroso. Las últimas cuatro cifras dan la información sobre el momento de su fabricación.
Independientemente del tiempo, deben ser cambiados tan pronto como el labrado sea inferior a los 1,6 milímetros que prescribe la ley de algunos países.
- BATERÍA: La capacidad de carga se deteriora con el paso del tiempo. Cada cuatro o cinco años es necesaria una nueva batería para evitar que deje de funcionar completamente. Antes, las baterías sólo se usaban al arrancar el motor, pero hoy es básica para el aire acondicionado, la calefacción de los asientos o los sistemas de ‘infotainment’.
- BANDA DE DISTRIBUCIÓN (CORREA): Soporta la fuerza del cigüeñal y las levas y por normal general es bastante resistente, pero depende del nivel de exigencia al que se le someta. Si se rompe, el daño para el motor será alto.
Para evitarlo, los fabricantes recomiendan que se cambie a tiempo, a veces a los 100 000 kilómetros y a veces a los 180 000.
- FILTRO DEL AIRE: Protege al motor de las impurezas del aire aspirado. Por norma se encuentra en una carcasa y está compuesto por fibras en forma de láminas. Si el filtro está muy sucio, debe ser cambiado.
Si se circula mucho tiempo con un filtro que ya no puede cumplir con su misión, se dificulta el escape de gases y aumenta el desgaste del motor, además de que se incrementa el consumo de gasolina.
- FILTRO INTERNO: Un aire limpio en el interior del auto es importante para todos y básico para los alérgicos. Un filtro en buen estado mantiene el interior libre de polen y en invierno impide que se empañen los cristales por la buena circulación del aire.
Según el fabricante se recomienda el cambio cada 15 000 o 40 000 kilómetros o al menos una vez al año.