La libertad es no tener cadenas ni presiones para poder hacer lo que uno quiere y le gusta. Considero que soy una persona libre porque tengo la bendición de Dios y una familia que me apoya. Ese apoyo me permite ser libre.
El destaque mío como entrenador ha sido en el alto rendimiento. Pero tengo la suerte también de ser entrenador del Colegio Americano. Y esa energía que me dan los jóvenes es vital para estar tranquilo y ser una persona positiva. Eso me ha ayudado a madurar y ser una mejor persona y poder ser más libre.
Mi trabajo es como un desahogo. Tengo la suerte de que me paguen por hacer algo que me agrada. Claro, en el alto rendimiento está la presión de ganar como sea. Eso es algo desagradable. Pero así es el deporte. Trato de que esa presión no sea tan amarga, pero en términos generales me siento afortunado de realizar lo que hago.
Mi familia ha estado en el deporte. Mi esposa practicó baloncesto y por eso me entiende. Trato de transmitir lo mejor y por eso siento libertad y pasión cuando realizo mi actividad.