El estado de salud del excampeón de F1 Michael Schumacher sigue considerado “como estable”, pero “crítico”, por el equipo médico que lo atiende, anunciaron ayer el hospital de Grenoble (este de Francia) y la portavoz del piloto en un comunicado.
Ocho días después del accidente de esquí ocurrido en Méribel (Alpes franceses), a raíz del cual Schumacher se encuentra en coma, su estado es considerado “estable” y es “vigilado permanentemente con tratamientos médicos”, agregó el comunicado.
Este no es el primer accidente de un piloto de la F1 dentro o fuera de las pistas. También se han producido otros que han consternado a los seguidores de esta actividad deportiva, como el de David Coulthard.
El también excampeón mundial vivió horas de angustia a bordo de un avión que tuvo que aterrizar forzosamente en el aeropuerto de Lyon. Milagrosamente, Coulthard salió ileso del percance, en el cual fallecieron el piloto y el copiloto de la aeronave que se dirigía a Niza. Esto ocurrió en mayo del 2000.
Allí, Heidi Winchelski, la novia del automovilista escocés y, Andy Matthews, su entrenador privado, sufrieron heridas leves. Todo se produjo porque uno de los motores del reactor tuvo una avería, lo que provocó que el avión cayera casi en picada, mientras el piloto intentó maniobrar para aterrizar.
Otro piloto que atravesó momentos críticos fuera de las pistas fue el polaco Robert Kubica, quien se salvó de ‘milagro’ tras un tremendo accidente con un auto de rally en el 2011. Este le dejó graves lesiones.
En una prueba de rally en Italia, el polaco de 29 años se estrelló contra una baranda que por poco le provocó la amputación de la mano derecha. Lo trasladaron de inmediato a un hospital cercano y con la cirugía, el piloto corrió con suerte de mantener completas sus extremidades.
Consciente de lo duro que es vivir esos momentos de angustia, Kubica hizo un llamado a los periodistas que cubren el estado de Schumacher. A su criterio, el juego de los medios es duro en ciertas ocasiones y espera que los reporteros sean “respetuosos con los familiares y amigos” del siete veces campeón del mundo, tras su accidente de esquí.
El polaco también sufrió un grave percance en el 2011 que le dejó varias secuelas de importancia, cosa que no le impide seguir pilotando, como lo demostró ganando el WRC2 en el 2013 y como seguirá haciéndolo este año con Ford en el Mundial de esta especialidad.
“Es una noticia muy dura y demuestra que puede suceder algo todos los días. Cuando tuve mi accidente en el rally, la gente decía que por qué estaba haciendo eso, que no debía. Pero cuando te gusta algo deseas hacerlo”, reconoció el polaco, antes de desearle una pronta recuperación al piloto alemán.
Hubo dos accidentes más que conmocionaron al mundo: Ayrton Senna y Niki Lauda. El primero, brasileño y considerado uno de los mejores conductores de todos los tiempos, falleció en el Gran Premio de San Marino, en mayo de 1994.
En la curva de Tamburello del trazado de Ímola, Senna impactó su vehículo con violencia contra la pared por la velocidad con la que iba. Sufrió heridas mortales en la cabeza y falleció.
A Lauda también lo persigue el recuerdo de su accidente, del cual conserva las huellas en su rostro. “Solo Dios puede ayudar a Michael Schumacher. En este caso hay que agarrarse de la fe. No me explico por qué Michael no tuvo un accidente de estas características en la pista y sí cuando estuvo esquiando…”, expresó a un diario germano el expiloto austríaco.
El hoy presidente ejecutivo del equipo Mercedes AMG, en 1976 fue víctima de un accidente en el GP de Alemania que le produjo quemaduras de primer y tercer grados en su cabeza y en las muñecas, huesos rotos y pulmones inundados de gases tóxicos. Ahora vive para contarlo.