Polémica por balones desinflados previo a la final del Super Bowl

Jugadores del  New England Patriots celebran una intercepción ante Indianapolis Colts, el 18 de enero de 2015. Foto: EFE

Jugadores del New England Patriots celebran una intercepción ante Indianapolis Colts, el 18 de enero de 2015. Foto: EFE

Jugadores del New England Patriots celebran una intercepción ante Indianapolis Colts, el 18 de enero de 2015. Foto: EFE

El entrenador de los New England Patriots, Bill Belichick, dijo el jueves 22 de enero desconocer cómo los balones con los que jugaron la final de la Conferencia Americana quedaron desinflados por debajo de los mínimos permitidos por la Liga Nacional de Football Americano (NFL)

En sus primeras declaraciones sobre lo que la prensa estadounidense ha llamado el 'Deflategate' (Desinflargate), Belichick negó que su equipo hubiera hecho trampas para derrotar el domingo a los Indianapolis Colts 45-7, sellando el pase al Super Bowl del 1 de febrero contra Seattle Seahawuks.

El escándalo se destapó cuando un canal de televisión de Indianápolis reveló que los ovoides usados por los Patriots tenían menos aire del que exigen los reglamentos, lo cual les hace más fácil de lanzar y capturar bajo un tiempo inclemente como el del domingo.

“Nunca he hablado con ningún jugador, miembro del personal acerca de la presión de aire de los balones de fútbol”, dijo Belichick. “Para mí, los balones son aprobados por la autoridades de la liga antes del juego, y jugamos con lo que hay”.

La NFL está investigando el asunto, pero no tiene calendario para anunciar cualquier resultado, a pesar de que los informes han encontrado que casi todas las bolas usadas por los Patriots estuvieron inflados por debajo de los estándares de la liga.

“Cuando llegué en la mañana del lunes me quedé muy sorprendido al enterarme de las noticias”, dijo Belichick. “He aprendido mucho más sobre este proceso en los últimos tres días de lo que conocía o había hablado de ello en los últimos 40 años que he entrenado en esta liga”.

A lo equipos de la NFL se le proporcionan 12 bolas para cada juego y los clubes utilizan sus propios ovoides cuando sus unidades ofensivas están en el campo, lo que ha dado pie a las preocupaciones de que los Patriots podrían haber disfrutado de una ventaja injusta en su victoria ante los Colts.

Lo árbitros deben comprobar los niveles de inflado de los balones de juego antes de cada partido y marcarlos como aprobado, luego devolverlos a los miembros de confianza de cada equipo hasta que comience el juego.

Belichick dijo que en su entrenamiento con el equipo incluye balones tan difíciles de manejar como sea posible en las condiciones del juego, para que los jugadores se adapten a su control.

“Mi mentalidad siempre ha sido hacer las cosas lo más difícil posible para los jugadores en las prácticas”, dijo. “Las bolas que practicamos son tan malas como pueden ser: húmedas, pegajosas, frías, resbaladizas, y mientras más se quejan de la calidad de las pelotas, más balones malos les doy”, añadió.

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