6 orejas simbólicas en el Festival de la Virgen de la Belmonte

Sebastián Castella elaboró una fina faena de temple y hondura, aquí en un derechazo. Foto: Galo Paguay  / EL COMERCIO

Sebastián Castella elaboró una fina faena de temple y hondura, aquí en un derechazo. Foto: Galo Paguay / EL COMERCIO

Sebastián Castella elaboró una fina faena de temple y hondura, aquí en un derechazo. Foto: Galo Paguay / EL COMERCIO

David Fandila, ‘El Fandi’, Sebastián Castella y Jesús Enrique Colombo se repartieron seis orejas simbólicas (en Quito se prohibió la muerte de los toros por Consulta Popular) en la decimotercera edición del Festival de la Virgen Esperanza de Triana, el viernes en la Plaza Belmonte de la capital ecuatoriana, que resultó del agrado del público.

Con una buena entrada y con lluvia intermitente se lidiaron cuatro novillos de las ganaderías Huagrahuasi ( 1°, 4°, 5° y 6°) de transmisión y variado e interesante juego, y dos de Triana ( 2° y 3°) uno noble, sin fuerza y otro vibrante, con clase y repetidor.

Al inicio del festejo, los toreros llevaron en andas la imagen de la Virgen Esperanza de Triana al son de la ‘Salve rociera’ interpretada por un grupo flamenco, mientras el público encendía sus velas en el tendido.

Se ofreció como tributo un minuto de aplausos por los ganaderos Marcelo Cobo Sevilla (Huagrahuasi), Victorino Martín Andrés y Alejandro Villavicencio (Puchalitola) y por los diestros Iván Fandiño, Palomo Linares, Dámaso González, Miguel Espinosa, ‘Armillita’ y Manolo Cortés, todos ellos fallecidos este año.

El Fandi, entregado y valiente, aprovechó el ritmo de su primero al que lanceó de capa a gusto por verónicas y chicuelinas, e invitó a banderillear al venezolano Jesús Enrique Colombo. Con la flámula inició de rodillas e hizo una faena de buenos pasajes, especialmente con la mano derecha, molinetes y manoletinas y recibió una oreja simbólica.

El Fandi, como siempre entregado y vibrante, en la foto, de rodillas. Foto: Galo Paguay / EL COMERCIO

El segundo del granadino era un novillo exigente. Las tres largas cambiadas de recibo y las verónicas fueron jaleadas, lo mismo que el quite por zapopinas con gran media verónica de remate.

Espectáculo en banderillas y un fuerte achuchón en el burladero. Una labor muletera vibrante por ambos pitones, sobre todo en conseguidos pases al natural de mérito ante un novillo de mucha transmisión. Oreja simbólica y vuelta al anillo entre ovaciones de los aficionados.

Poco pudo hacer Sebastián Castella ante la poca fuerza de su primero, protestado, que mostraba un buen pitón derecho salvo algunos buenos y dibujados pases. Aplausos.

En el quinto de la noche el francés sacó el buen estilo y temple que atesora e hizo una faena inteligente e importante con pausas y magníficos muletazos, largos y toreros derechazos y toreo al natural de soberbias calidades y dimensión entendiendo las virtudes del toro y sus descifrando su lidia con talento. Doblones finales y dos orejas en medio de ovaciones generales en la vuelta al redondel.

Debutaba en Ecuador, Jesús Enrique Colombo que dejó una buena impresión por su entrega en sus primeros pasos en el escalafón mayor, luego de su alternativa del domingo pasado en Lima.

El debutante Jesús Colombo en un pase de pecho, la noche del viernes en la Belmonte. Foto: Galo Paguay / EL COMERCIO

Buen aire con la capa en las verónicas de recibo y el quite. Fue vibrante en banderillas, con El Fandi, y una faena de conexión y mucha entrega a la que le faltó algo de distancia para aprovechar la alegre y noble embestida del toro que humilló mucho. Dos orejas y vuelta entre aclamaciones.

En el sexto el joven matador de San Cristóbal, Venezuela salió muy dispuesto, banderilleó con vibración y de modo espectacular e hizo un trasteo por ambos pitones con intermitencia y algunos pasajes estimables. Vuelta final.

Destacaron los picadores Tapia, Almeida y Granizo y con las banderillas los subalternos Viotti, Bille y El Patatas.

Incidencias

Durante la lidia del primero de la tarde fue herido el cronista taurino de radio La Red, Andrés Villamarín, cuando el novillo-toro apretó en tablas y Jesús Enrique Colombo tomó el olivo con los palos en la mano. Pasó a la enfermería de la Belmonte, luego de la lidia del cuarto, El Fandi, con un golpe en la rodilla.

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