Los boletos para la ceremonia de apertura eran vendidos a 8 mil dólares. Foto: AFP
La policía brasileña dijo este lunes que emitió cuatro órdenes de arresto, una de ellas contra el presidente del club de fútbol inglés Ipswich Town, en el marco de una investigación de venta ilegal de entradas para los Juegos de Río 2016.
“Además de Evans, hubo pedidos de detención para David Patrick Gilmore (irlandés), Maarten van Os (de los Países Bajos), Martin Studd (inglés)”, dijo en una rueda de prensa Ricardo Barbosa, oficial del departamento antifraudes.
“Están acusados de haber vendido entradas, obtenidas ilegalmente mediante empresas que habían sido autorizadas por el Comité Olímpico Irlandés” agregó.
“Hemos solicitado al poder judicial que sean emitidas cuatro órdenes de arresto para personas directamente implicadas con la empresa THG (acusada de fraude por la venta de ingresos, ndlr). Pero como no se encuentran en el territorio nacional, Interpol recibirá los pedidos”, explicó Barbosa.
De acuerdo con el oficial de policía “Marcus Paul Bruce Evans es un británico que tiene más de 50 empresas a su nombre. Es multimillonario, ha tenido cadenas de televisión y es el dueño del club de fútbol Ipswich (de la segunda división del fútbol inglés)”.
Marcus Paul Bruce Evans, presidente del Ipswich Town. Foto: Infobae
“En 2012, fue responsable de la venta de entradas oficiales de los Juegos Olímpicos de Londres, pero en 2016 no tiene autorización. Para enmascarar eso, las vendía en ofertas combinadas con hoteles o ingresos VIP y obtenía mayores ganancias”, precisó Aloysio Falcao, comisario a cargo de la investigación.
“El presidente de THG fue arrestado en 2014 por un caso similar durante la Copa del Mundo de fútbol en Brasil” aseguró.
Hace una semana, las autoridades anunciaron la detención del ciudadano irlandés Kevin Mallon y de diez brasileños que comercializaban entradas para los Juegos adquiridas con tarjetas de crédito falsas.
Mallon, capturado el día de la ceremonia inaugural, es directivo de la empresa británica THG, cuyo presidente James Sinton fue arrestado en 2014 por un caso similar durante la Copa del Mundo de fútbol en Brasil.
La policía recuperó 781 ingresos. Los de la apertura eran vendidos a 8.000 dólares, muy por encima del precio máximo oficial de 1.300 dólares.