María Belén García sueña con clasificarse a Tokio

La ecuatoriana María Belén García (der.), acompañada de la argentina Daniela Giménez (centro) y de la bielorrusa Aliaksandra Svadkouskaya. Foto tomada de la cuenta de Twitter @ecuadorcpe

La ecuatoriana María Belén García (der.), acompañada de la argentina Daniela Giménez (centro) y de la bielorrusa Aliaksandra Svadkouskaya. Foto tomada de la cuenta de Twitter @ecuadorcpe

La ecuatoriana María Belén García (der.), acompañada de la argentina Daniela Giménez (centro) y de la bielorrusa Aliaksandra Svadkouskaya. Foto tomada de la cuenta de Twitter @ecuadorcpe

María Belén García practica el estilo pecho desde hace cuatro años, motivada por competir a escala internacional. Durante este tiempo ha mejorado 18 segundos en la prueba de 100 metros.

La nadadora ecuatoriana se inició con los estilos libre y mariposa. Ella nació hace 21 años con una luxación congénita de cadera. Pasó por una serie de valoraciones para ser clasificada en la categoría S9. “Mi discapacidad no es tanto en comparación a otras personas que no tienen piernas o brazos”.


Entró en la clasificación que va del S1 al S10. Bajo esa consideración y después de una recalificación en un torneo realizado en Argentina, el Comité Paralímpico Internacional determinó que puede competir solo en las pruebas de 50 y 100 metros pecho.


Ese proceso de clasificación fue el más complicado. Sin embargo, “allí me enseñaron que la discapacidad está en la mente”. Puede competir únicamente en estilo pecho por su limitación en la pierna y rodilla izquierda. Le costó adaptarse.


Según Juan Fernando Enderica, su técnico, en el estilo pecho García tiene que encoger bastante la pierna para realizar el pateo. Entonces allí viene la dificultad para la seleccionada porque “no puede recortar mucho la pierna para hacer el pateo”. Para mejorar sus tiempos se trabajó en el tren superior y en la parte nutricional.

La nadadora cuencana María Belén García, durante los entrenamientos en la piscina olímpica de Cuenca. Foto: Manuel Quizhpe/EL COMERCIO

En la prueba de 100 m pecho se inició con el tiempo de un minuto y 52 segundos (1,52 m). En julio pasado se ubicó séptima en el World Series de Para-natación en Indianápolis, tras cronometrar 1,34. Con ese registro se clasificó al Mundial paralímpico que se finalizó anteayer en Ciudad de México.


Allí, la braceadora cuencana obtuvo una histórica medalla de bronce para Ecuador, con un tiempo de 1,42 m. En la categoría S9 fue superada por la argentina Daniela Giménez y la bielorrusa Aliaksandra Svadkouskaya, quienes cronometraron 1,22 y 1, 25 minutos.


La medallista mundial comparte la natación con su último año de estudios en la carrera de Cultura Física de la Universidad Politécnica Salesiana. Tiene clases de 18:00 a 22:00 y aquello le permite entrenarse a doble jornada en la piscina olímpica de Cuenca.


Su aspiración es clasificarse a los Paraolímpicos Tokio 2020 y obtener el título universitario para después trabajar con deportistas con discapacidades físicas.

Para concretar su sueño olímpico debe seguir un proceso que es ganarse el derecho para competir en los Para Sudamericanos del 2018 y luego en los Para Panamericanos del 2019. Por ahora, la idea es mejorar sus marcas.

Enderica se mostró optimista con el futuro de su dirigida. “En los últimos cuatro años sus progresos han sido notables. Tiene una gran proyección para los 100 metros pecho”. 


García admira a la nadadora holandesa Lisa Cruyer (recordista mundial). Pero su principal inspiración es Dios. “Confío en él, mi compañía permanente y principal guía”.


El estratega está convencido que la nadadora puede bajar su tiempo a 1,33 minutos, en los 100 m pecho. Es disciplinada en su preparación, cuyo porcentaje de asistencia a las prácticas es del 99%. Enderica pone énfasis en el gran nivel competitivo de la natación paralímpica a escala mundial.

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