Adrián Yépez persigue el Mundial Ironman y el Canal de la Mancha

Adrián Yépez en la piscina del Centro Isalen. Foto: Carlos Rojas A. / EL COMERCIO

Adrián Yépez en la piscina del Centro Isalen. Foto: Carlos Rojas A. / EL COMERCIO

Adrián Yépez posa con su bicicleta en la piscina del Centro Isalen, en el norte de Quito. Foto: Carlos Rojas A. / EL COMERCIO

El quiteño Adrián Yépez realizó un cambio total en su vida. Ingeniero automotriz de profesión, dos años atrás cerró la empresa que ya tenía posicionada y se lanzó en la aventura de construir una piscina.

Sin excepciones, sus allegados dijeron que era una locura realizar el hueco para una pileta en el terreno donde estaba su casa, el taller y el almacén de repuestos. A pesar de eso, vendió sin dudarlo todo lo que pudo, pidió prestado aquí y allá, y ahora la piscina del Centro Deportivo Isalen está abierta de 06:00 a 20:00 en la calle Juan Manuel de la Gala y Flavio Alfaro, en la Quito Norte.

Allí, decenas de niños aprenden a nadar todos los días. También los adultos encuentran un momento de relajación y hasta un grupo de triatletas y nadadores se ejercita en la piscina temperada de 14 metros de largo.

Con su radical cambio laboral también llegó otra vez el deporte a su vida. “Nadador desde la cuna”, pues es hijo del nadador de aguas abiertas Galo Yépez, Adrián no se había entrenado en más de una década.

En su niñez y adolescencia fue uno de los mejores nadadores de la provincia, pero como tantos otros se alejó del deporte de alta competencia poco después de llegar a la edad adulta. Sin embargo, cuando todavía estaba construyendo su centro deportivo, empezó a ejercitarse para el Ironman Ecuador 70.3 de Manta, que se realizó en agosto del 2015.

Con pocos meses de preparación y con una bicicleta prestada culminó el reto.  Fue apenas el inicio de sus nuevos desafíos.  

El año pasado también corrió la maratón de Quito (42,195 km), la Quito 21K, completó una prueba de 15 km en piscina… En cada competencia fue mejorando los tiempos, pero él busca “más retos físicos y mentales”.

Por eso ya está inscrito para el triatlón Epic 113 Manta Challenge 2016, en abril. También volverá al Ironman 70.3 de Manta, en agosto, donde estarán algunos de los triatletas que se preparan con él.

Para noviembre tiene planificado realizar su primer Ironman,  la exigente prueba de 226 km que combina natación, ciclismo y atletismo. Por si fuera poco, buscará clasificarse al Mundial de Hawái del 2017 en esa especialidad.

Como si eso no fuera suficiente, espera enfrentarse en el 2018 a los 45 km del Canal de la Mancha, entre Francia e Inglaterra, en uno de los retos más emblemáticos de la natación en aguas abiertas. Hasta la fecha, el único ecuatoriano que superó las frías corrientes del mar en esa zona ha sido su padre. “Soy nadador, sé que puedo hacerlo, pero el frío es un inconveniente para mí. Nunca lo he soportado bien”, contó el deportista de 34 años.

En sus nuevos desafíos deportivos lo ayudará su padre en la parte de la natación. Además, tiene como guía al entrenador Nelson Vásquez, el primer ecuatoriano que completó un Ironman. “Tiene las condiciones y hay que aprovechar las ganas que tiene de hacerlo. Debe mejorar en la bicicleta y en el trote, pero con un programa adecuado se lo puede lograr. Esto es un estilo de vida, hay que tener tiempo y apoyo”, explicó el entrenador imbabureño. 

Su equipo de trabajo estará complementado además por el motivador y especialista en deportes Víctor Hugo Araujo. Él será clave para lidiar con el frío.

Yépez está seguro de alcanzar esas y otras metas en las largas distancias. Cuando habla parece no dudar de que lo va a conseguir a pesar del sacrificio que deba afrontar. “El deporte no estaba planificado en mi vida, pero con esta nueva etapa que emprendí se reactivaron mis ganas de entrenar”.

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