Nadar es el estilo de vida de Samantha

En la foto superior,  Samantha Arévalo en la piscina de Cuenca. Abajo,   a los  11 años junto a sus padres, técnico y hermanos. A la derecha con Diana Chang (der.) y Santiago (izq.),  Esteban y el entrenador Juan  Enderica (calentador). Fotos: Xavier  Cai

En la foto superior, Samantha Arévalo en la piscina de Cuenca. Abajo, a los 11 años junto a sus padres, técnico y hermanos. A la derecha con Diana Chang (der.) y Santiago (izq.), Esteban y el entrenador Juan Enderica (calentador). Fotos: Xavier Cai

Su figura se sumerge en el agua como una sirena. Verla practicar los cuatro estilos de la natación: libre, pecho, espalda y mariposa, es un espectáculo. Lo hace con clase, demostrando por qué es la mejor de Ecuador en las modalidades de piscina y aguas abiertas.

Samantha Arévalo Salinas se entrena cerca de seis horas al día, a doble jornada, en la piscina olímpica de Cuenca. Conoce de memoria el escenario de 50 metros de largo. Sus brazos y piernas los mueve de manera sincronizada. Habla poco, antes, durante y después de los ensayos. Saluda con una sonrisa, cuando llega al sitio.

Tras salir del agua, sus actividades las cumple de prisa. En los graderíos de la piscina se cambia de ropa, cubriéndose con una toalla grande. Es cordial con la prensa, a pesar del tiempo ajustado que tiene para cumplir sus otras tareas. "Mi padre me enseñó desde niña a ser puntual y disciplinada".

Desde el 2011 se dedica casi por completo a la natación. Ese año abandonó las aulas del colegio Don Bosco, en Macas. Terminó su bachillerato en un plantel virtual: en el Iberoamericano de Quito. Su padre, Leonardo Arévalo, recuerda que Samantha fue abanderada en la escuela Coepro, en Macas. "Es constante y responsable".

La nadadora nació hace 19 años en Cuenca, pero pocos meses después sus progenitores viajaron a Macas para hacer su año rural como médicos. Se quedaron allí y ella, a los 5 años, empezó a entrenar natación con el técnico Javier Jara, junto con sus hermanos triatletas Xavier y Víctor Hugo, ahora de 24 y 29 años, en ese orden.

Hace 16 meses retornó a Cuenca con el reto de mejorar sus marcas y buscar nuevos desafíos. El técnico Juan Fernando Enderica la acogió en su grupo y desde entonces se entrena al ritmo y con las mismas exigencias que lo hacen los hermanos Esteban y Santiago Enderica Salgado.

Ariel Cabañas, con quien Samantha se preparó siete años y clasificó a los Juegos Olímpicos del 2012 en Londres, sintió que perdió un 'diamante' por pulir cuando Arévalo decidió cambiar de técnico. "Fue algo inesperado, pero todo ser humano tiene la facultad de decidir".

El adiestrador cubano aún extraña a su alumna por su humildad, seriedad, perseverancia y su creencia en Dios. A su criterio, es una deportista que cualquier entrenador del mundo la quisiera dirigir.

Por la contextura delgada, su familia la veía con un perfil para gimnasta, realizando rutinas de demostración de balance, fuerza y destrezas dinámicas en los aparatos. Sin embargo, "se apegó a la natación y ahora es su pasión", destaca su progenitora, Aída Salinas.

Su dedicación llega al extremo que en los días de descanso por Navidad no dejó de entrenarse en Macas, adonde viajó cerca de seis horas para estar con su familia. Su hermana Karla (de 31 años), quien es doctora y reside en Quito, confiesa que cuando Samantha entra en confianza es extrovertida, bromista. "Es una joven juiciosa que sueña con una medalla olímpica en el 2020".

Enderica, su actual técnico, la considera una nadadora talentosa, disciplinada, consciente de lo que hace. La labor, aparte de la piscina, es en el gimnasio. También trabajan en la parte física. Desde el 7 de septiembre del 2012, fecha en la que se sumó al grupo, "no he tenido ningún problema con ella".

Con su dirigida no descarta el podio en los Juegos Sudamericanos previstos para marzo próximo en Chile. Tampoco pierde la esperanza en los Juegos Panamericanos del 2015 en Canadá. El 2011 fue quinta a escala panamericana en los 800 metros libre.

Es el mejor resultado de Ecuador en la categoría de mujeres. En los Juegos Olímpicos del 2016 en Brasil intentará estar cerca de las medallistas.

Arévalo, quien a los 13 años se estrenó en un Mundial Absoluto de Natación, admira a la estadounidense Kathleen Ledecky, campeona mundial y olímpica en piscina. Ve como ejemplo a seguir a la venezolana Andreina Pinto, octava en los Juegos Olímpicos en Londres. Allí, con 17 años, la ecuatoriana ocupó el puesto 29.

En el Mundial de Natación que se cumplió el 2013 en Barcelona, España, Arévalo terminó en el casillero 16, con un tiempo de 8:35,99 en los 800 metros libre. Mejoró cerca de 14 segundos la marca registrada en las Olimpiadas (8:49,21).

Para la campeona sudamericana juvenil en piscina, la natación es su estilo de vida. Se ilusiona cuando se refiere a la posibilidad de obtener una medalla olímpica. "Ese es el sueño de todo deportista y en mi caso no es la excepción".

La múltiple medallista no se conforma con solo nadar en piscina. Hace tres meses incursionó en aguas abiertas. Participó en el selectivo nacional que se cumplió en Machala y se estrenó con una clasificación a los Juegos Bolivarianos en esa modalidad.

En Perú sorprendió a sus rivales y ganó dos preseas de oro en las pruebas de 5 y 10 kilómetros. En piscina sumó tres preseas de plata y cuatro de bronce. La venezolana Pinto, quien es su referente, no la permitió subirse a lo más alto del podio.

Su reto cercano es la Copa Mundo de Aguas Abiertas que se cumplirá el 1 de febrero en Viedma, Argentina. Allí se estrenará a escala mundial y espera competir de igual a igual con las brasileñas, quienes son las campeonas del planeta.

En Cuenca reside con su hermano Xavier, quien es odontólogo. Ella es estudiante del primer año de Ingeniería Comercial en la Universidad del Azuay y uno de sus compañeros de aula es Esteban Enderica.

Hoja de vida

Nació en Cuenca el 30 de septiembre de 1994. Desde los 5 años es nadadora.

El 2007 obtuvo 19 medallas de oro en los Juegos Amazónicos.

El año pasado sumó 11 oros en los Juegos Nacionales Absolutos.

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