Muhammad Ali vs. George Foreman (foto de referencia). Foto: Archivo / AFP
A 50 años de que Muhammad Alí ganara la pelea revancha a Sonny Liston, la historia lo sigue reconociendo como ‘El Más Grande’ de todos los tiempos, mientras su rival permanece bajo sospecha permanente de haber sido manipulado para que perdiera el pleito.
La noche del 25 de mayo de 1965, los apenas 2 343 espectadores que asistieron a ese combate en la pequeña localidad de Lewiston, en el estado de Maine, salieron tan insatisfechos que lanzaron todo tipo de objetos al ring cuando el árbitro detuvo la pelea en el primer asalto, después de casi dos minutos de titubeos y especulaciones, para declarar a Alí vencedor por nocáut.
Unos meses antes, el 25 de febrero de 1964 en Miami Beach (Florida) , un joven de 22 años llamado Cassius Clay, había dado la gran sorpresa al vencer por nocáut técnico en el sexto asalto a Liston, expresidiario al que se le vinculaba con oscuros personajes del bajo mundo.
Las apuestas estaban todas por Liston, que ostentaba los títulos de campeón de la Asociación Mundial de Boxeo (AMB) y del recién fundado Consejo Mundial de Boxeo (CMB) .
Contrario a lo que muchos esperaban, fue el bisoño Clay quien desestabilizó mentalmente al veterano Liston, llamándole “oso horrible”, “vago” y todo tipo de epítetos.
Con el tiempo, Alí hizo de este estilo provocativo una marca de identidad en el resto de su carrera. Fue antes de este combate que sacó su famosa frase de que para vencer a Liston, “volaría como una mariposa, y picaría como una abeja”.
El joven Clay manejó a su antojo a su rival, propinándole en el tercer asalto una serie cortadura debajo del ojo derecho, que obligó a suspenden la pelea tres rounds después.
Al día siguiente de su triunfo, el nuevo monarca anunció que se cambiaba a la religión del islam, y adoptaba el nombre de Muhammad Ali, que significaba “El amado de Dios” .
Días después se supo que ambos púgiles habían firmado una cláusula secreta para una pelea revancha, algo que entonces estaba prohibido por varias organizaciones y comisiones estatales de boxeo.
La Comisión de Nueva York le retiró su apoyo a la pelea revancha y el CMB despojó a Alí de su cinturón superpesado, pero los promotores encontraron la tabla de salvación en Lewiston, un pueblito de apenas 40 000 habitantes.
Revancha enrarecida
El ambiente que rodeaba a la revancha se encontraba tan enrarecido, que el FBI tuvo que darle protección a Alí ante amenazas de muerte de los seguidores de Malcom X, quien había sido asesinado meses antes. Alí, que inicialmente fue un protegido de Malcom X, había roto con éste a instancias de Elijah Muhammad, jefe de la Nación del Islam.
El campamento de Liston también dijo haber recibido amenazas de la Nación del Islam. Medios de prensa denunciaron que el retador se dejó caer en el primer asalto porque su mujer y su hija eran rehenes de los islamistas afroamericanos, o de la mafia, que había apostado fuertes sumas de dinero en la pelea.
El desenlace del encuentro fue inesperado. Liston lanzó un jab de izquierda y Ali le respondió con una rápida derecha en upercutt, que puso de espaldas al retador.
La mayoría de los asistentes y la prensa no vio el derechazo de Alí, quien en la rueda de prensa posterior dijo haber vencido a su oponente con un “golpe fantasma”.
“Solo llámenme el hombre minuto, el hombre del golpe fantasma”, dijo después de noquear a Liston al 1:49 minutos de iniciado el pleito.
Mientras Liston permanecía en el suelo, el árbitro Jersey Joe Walcott, un ex campeón mundial de peso pesado, perdía tiempo tratando de enviar a una esquina neutral a un Alí que, eufórico, y parado sobre su rival le gritaba: “Levántate y pelea, cerdo” .
La foto de este momento se ha convertido en una de las más icónicas en la historia del deporte.
Según las crónicas de la época, la hora oficial de la detención fue anunciada al 1:00 minuto del primer asalto. Pero luego se vio que fue un error. Liston cayó en 1:44, se levantó a las 1:56, y Walcott detuvo la pelea a los 2:12, cuando consideró que el excampeón no estaba listo para seguir.
“Fue un buen golpe de la derecha”, dijo Liston después de la pelea. “Me dejó atontado. Me puse de rodillas, pero caí por segunda vez porque estaba fuera de equilibrio”.
Liston siguió peleando unos pocos años, hasta que el 30 de diciembre de 1970 su esposa lo encontró muerto en su casa de Las Vegas. Su muerte sigue siendo uno de los grandes misterios en la historia del boxeo, pese a que los médicos detectaron una sobredosis de heroína.
Alí siguió con su carrera y se convirtió en una leyenda, el primer púgil en ganar tres veces la faja de campeón mundial peso pesado, y autor de frases ingeniosas que definieron su estatus de ícono mundial.
Todos recuerdan al joven fanfarrón de carácter volátil y lenguaje callejero, que ahora, a los 74 años y consumido por el mal de Parkinson, vive convencido de que “el amor es una red que atrapa corazones como un pez”.