En el Ecuador, el motociclismo tradicionalmente ha sido uno de los sectores más informales de la transportación. De ello dan cuenta hechos como la gran cantidad de motos sin matricular y de conductores sin licencias que circulan por las vías del país.
La Ley de Tránsito vigente procura cambiar esa realidad. Para ello emplea mecanismos tales como la exigencia de que cada moto que se vende sea matriculada antes de entregarse al propietario, y la obligatoriedad de seguir un curso de conducción antes de la obtención de la licencia por primera vez, como sucede con los autos.
Respecto de esto último, la Escuela de Motos realiza un trabajo importante en la formación de nuevos conductores que, más allá de tener las destrezas necesarias para guiar ese tipo de vehículos, incorporen los preceptos básicos de la convivencia vial entre los diferentes actores del tránsito.
Ricardo Rocco, director de la Escuela de Motos, asegura que más allá de enseñar a conducir vehículos de dos ruedas, en este centro se está creando una nueva generación de motociclistas respetuosos de la Ley, las normas y capaces de desenvolverse de mejor manera en la cotidianidad.
Para ello, su capacitación no se enfoca únicamente en la parte operativa de la conducción, sino en una concepción integral del motociclismo y de lo que implica escoger una motocicleta como el vehículo ideal para la movilización diaria, ya sea por trabajo o por placer.
Además de las técnicas de conducción, los estudiantes aprenden cuestiones relativas al funcionamiento de la moto, su mecánica básica y su mantenimiento rutinario, como complemento a la formación teórica que también abarca temas relacionados con la seguridad y la observancia de la Ley.
“Quienes mantengan sus motos en óptimo estado contaminarán menos, tendrán menos posibilidades de sufrir desperfectos y estarán en capacidad de solucionar problemas menores”, indica Rocco.
La Escuela de Motos ofrece tres tipos de cursos: uno básico para quienes no saben conducir; uno intermedio para quienes conducen pero no han obtenido la licencia; y uno avanzado, para quienes quieren mejorar sus habilidades, van a conducir motos grandes, planean hacer viajes largos o involucrarse en actividades deportivas.
Además de crecer en número, la población estudiantil también se diversifica. Según Rocco, cerca de un 20% del alumnado actual pertenece al género femenino.