Juliana Garcia, montañista ecuatoriana, desarrolló su afición después de realizar un viaje en bicicleta, desde Quito hasta Manaos (Brasil), en la adolescencia.. Foto: Carlos Augusto Rojas / EL COMERCIO
Tiene 30 años, 15 de los cuales los ha pasado aprendiendo de las montañas. La ecuatoriana Juliana García se alista para buscar la cumbre de un nevado de más de 8 000 metros, en Pakistán, una hazaña que intentan pocas mujeres en el mundo.
Lo hará con la expedición del Club de Andinismo del Colegio San Gabriel que también integran los experimentados Marcos Serrano, Marco Suárez y Fabián Almeida. Los cuatro buscarán la cima del Gasherbrum II, de 8 035 metros sobre el nivel del mar, sin la ayuda de oxígeno suplementario.
“Creemos en el montañismo puro, en la esencia de subir a las montañas, por lo que intentaremos ir sin oxígeno hasta donde se nos permita llegar”, dijo la deportista que realizará una aclimatación de 50 días antes de buscar su proeza.
Su proyecto se denomina Cada Vez más Montaña. Con este busca llegar a la cumbre de un ochomil, pero también motivar a muchas personas para que puedan disfrutar de los páramos, los cerros y los nevados del país.
Antes que ella, solo la quiteña Carla Pérez intentó y logró un ‘ochomil’ sin ayuda de oxígeno suplementario. Así de complicado es buscar una de esas proezas.
García y Pérez tienen previsto realizar la primera cordada femenina ecuatoriana en una de las montañas más grandes del planeta para el próximo año.
“Me he preparado los últimos 15 años para lo que vendrá”, dijo con una sonrisa la escaladora que es además guía certificada de montaña. De hecho, esta diseñadora gráfica vive de guiar a montañistas, experimentados y novatos, por las cumbres del país y de Sudamérica.
Su vinculación al andinismo empezó después de realizar un viaje en bicicleta, desde Quito hasta Manaos (Brasil), en la adolescencia. Junto con 48 compañeros de su colegio emprendió esa aventura de cinco meses. Después de eso se quedó cansada de la bicicleta y empezó a inmiscuirse en los cerros andinos.
Con ese espíritu aventurero también llegó a correr dos maratones en Quito, a cruzar a nado el lago San Pablo y a competir en retos de aventura como el Huaira Sinchi.
En el 2011 abrió una nueva ruta en un nevado en Perú, junto con Joshua Jarrín, por lo que fueron nominados al Piolet de Oro, el equivalente de los Premios Oscar en el montañismo.
Toda esa experiencia acumulada en sus bastas aventuras las pondrá a prueba en los próximos dos meses, cuando se aclimate para intentar la proeza de subir a la cumbre de un ‘ochomil’.