Lionel Messi tras el empate entre Barcelona y el Málaga, el 24 de septiembre de 2014. Foto: Captura de pantalla de VINE
Tras el empate sin goles entre el Barcelona y el Málaga por Liga BBVA, Lionel Messi salió a los vestidores con el semblante serio, que incluso ignoró a un aficionado que buscaba saludarlo.
El niño, que ingresó al campo del estadio de La Rosaleda, trató de abrazar al futbolista argentino pero él no devolvió el gesto y continuó caminando a los camerinos.
Después de abrazar a su ídolo y acariciarle la cabeza, un miembro del personal de seguridad haló fuertemente al niño para retirarlo del campo de juego, entre silbidos y pifias de la afición.
Hechos como este han puesto entredicho la humildad de Messi. El último registrado ocurrió en el Mundial de Brasil previo al duelo entre Argentina y Bosnia. Antes de salir a la cancha, un niño le extendió su mano pero el jugador indicó que no se detuvo porque no lo había visto.
Vine/ Cuenta: Chutazos