Lionel Messi disputa la pelota con un jugador del girona. Atrás se observa al árbitro Jesús Gil Manzano en el estadio Camp Nou. Foto: Pau Barrena / AFP
El FC Barcelona igualó 2-2 ante el Girona, en un partido de la Liga Española que tuvo un final inesperado cuando el astro argentino Lionel Messi se negó a estrechar la mano del árbitro Jesús Gil Manzano.
La reacción del ‘crack’, reconocido por ser un futbolista respetuoso, se originó porque su compañero Clément Lenglet fue expulsado después de la revisión del VAR. El árbitro decidió consultar el sistema de video y luego exhibió la tarjeta roja por una falta del defensa. Messi, sus compañeros y el cuerpo técnico del Barcelona consideraron que la expulsión no fue justa.
Al final del cotejo, Gil Manzano extendió la mano al ’10’ azulgrana, quien no correspondió ese gesto y por el contrario se quejó airadamente con el árbitro.
Según la agencia DPA, el club catalán presentará alegaciones al comité competición de esta roja directa, que según el acta arbitral fue mostrada por “dar un golpe con el codo en la cara de un adversario cuando ambos estaban disputando un balón”.