Mal manejo de la FEF y Rueda

Los premios por clasificarse al Mundial de Brasil fueron el detonante que terminó de dividir a los seleccionados en la Tricolor. Jefferson Montero puso al descubierto el mal ambiente que hubo en la Copa del Mundo.

Esa supuesta unión que pregonó el entrenador Reinaldo Rueda se fracturó fácilmente. Frickson Erazo y Montero hicieron públicas las diferencias que existieron en la Selección. Énner Valencia tenía razón. Él reveló que al DT Rueda le faltaba mano dura.

Pero esa pugna abierta tiene el origen en las malas gestiones de la Ecuafútbol y del saliente entrenador, en la repartición de USD 4,8 millones del premio por clasificarse al Mundial, que acordaron con los jugadores. Ellos originaron esa división de la Tricolor.

Esa política ha sido la causante de los grupos en las selecciones, en la que han dejado la libertad para que los futbolistas sean los que decidan el reparto del dinero a su antojo.

Es vital revisar esos procedimientos con una normativa equitativa, tal como funcionan otras federaciones en el mundo.

Ese fraccionamiento dejó un plantel más frágil en perspectiva a las próximas convocatorias con el actual seleccionador interino (Sixto Vizuete). Aquí es necesario que el entrenador y los directivos de la FEF se reúnan y busquen el acercamiento con los involucrados en el conflicto o, de lo contrario, habrá jugadores que no se pasen el balón porque no se hablan.

La formación de grupos en la Tricolor es producto de la política errónea que tiene la federación y del último técnico.

Es vital unir a Antonio Valencia con Erazo, considerados líderes por sus compañeros. Los dos están en la obligación de deponer diferencias que arrastran desde eliminatorias. Ese trabajo lo tendrá que hacer Vizuete y el DT que lo reemplace, en enero. No hacerlo es mantener un conflicto que le hará daño a la Selección y al país.

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