Hace un año, Vanderlei Luxemburgo, el respetado técnico del Gremio de Porto Alegre, dirigía al Flamengo y al igual que en esta temporada en la que se medirá con Liga de Quito, debía afrontar la primera fase de la Libertadores ante un rival que juega en una ciudad de altitud.
En el 2011, el cuadro rojinegro se midió con el Real Potosí, equipo boliviano que juega a 4 000 metros de altitud. Para preparar ese partido y por recomendación de su preparador físico Antonio Mello, el equipo se concentró en Sucre para afrontar el juego de ida.
El resultado no fue alentador: el equipo boliviano se impuso 2-1. El Flamengo, que tenía como su principal figura a Ronaldinho Gaúcho, tuvo que definir su clasificación en Río de Janeiro. Se impuso 2-0 y pudo acceder al grupo 2 en donde rivalizó con Emelec, Lanús y Olimpia de Asunción.
Pese a no haber ganado en la altitud, Luxemburgo y su preparador físico Mello están en Quito desde el lunes para intentar hacer efectiva su fórmula. El equipo hace cuartel en el Hilton Colón y se entrena en los complejos de Deportivo Quito e Independiente antes del partido del 23 ante Liga.
A diferencia de otros equipos del Cono Sur, Gremio mantiene una política de puertas abiertas con los medios. El martes en la tarde, los periodistas vieron el entrenamiento en el complejo de Carcelén y ayer hubo una rueda de prensa en el hotel en el que se alojan.
A diario, los medios locales inquieren lo mismo: ¿Están sintiendo la altitud? ¿Cómo se sienten los jugadores? Ayer un poco incómodo el relacionador público Víctor Rodríguez, un uruguayo que trabaja cinco años en Gremio, respondió “¿Por qué siempre preguntan de la altitud? Es la interrogante que más han hecho en todos estos días”. Según él, los jugadores están respondiendo bien en los entrenamientos y aspiran no tener problemas en el partido ante los albos.
Algo similar opinó el delantero William Josué, ex jugador del Sao Paulo, quien puede actuar junto al boliviano Marcelo Martins en el partido de la Libertadores. Según el ariete, Gremio debe preocuparse del rendimiento de Liga “más que de la altura de Quito”.
El equipo brasileño aseguró la presencia, por seis meses, del delantero Eduardo Vargas cedido por el Nápoli. Sin embargo, el chileno, quien brilló ante Liga en la final de la Copa Sudamericana 2011, no vendrá a Quito. “Estamos con el tiempo justo”, dijo Rodríguez.