Luis Zubeldía: “De mí han dicho cosas horribles y magníficas”. Foto: Julio Estrella/ El Comercio
Entrevista a Luis Zubeldía/ Técnico de Liga de Quito
Usted estudió periodismo en su juventud. ¿Tenía gusto por ese oficio?
Luego de mi carrera de futbolista, estudié tres años en el Círculo de Periodistas Deportivos de Argentina, la escuela más antigua de mi país y la que entrega los premios Olimpia. En esa época, también me instruía para ser técnico. Estudié periodismo para ver el fútbol desde otra óptica y para codearme con la realidad. Cuando eres futbolista vives en una burbuja que, por lo general, es irreal con lo que pasa en el mundo.
¿Por qué se inclinó por la dirección técnica antes que por el periodismo?
El periodismo solo era algo complementario en mi carrera de entrenador. Mi hermano solía decirme que no era lo mismo leer una hoja a no hacerlo. Con eso, intentaba decirme que debía prepararme para el futuro. Yo siempre tuve claro que quería ser entrenador, pero me parecía raro ser ya técnico a los 23 años. Por eso, me preparé en periodismo.
Entonces, ¿nunca ejercerá el periodismo?
No. Creo que hay que tener vocación para eso. Te tiene que gustar un medio gráfico, la radio o la TV. Eso te tiene que gustar desde chiquito. A veces te puede gustar porque eres hijo de periodista y te vas involucrando en los medios. El periodismo es algo que debes llevarlo en las tripas. Así que no me interesa ejercerlo en este momento. Quizás en algún momento, pero debería ser algo puntual.
¿Es cierto que dejó incompleta la materia de inglés en sus estudios?
Sí. Por eso, ahora estoy estudiando en el Wall Street Institute. Es todo un desafío. Cuando pueda voy a ir a estudiar inglés en Inglaterra, por seis meses. Antes de renovar con Liga tenía ofertas de otros equipos y también la opción de ir a Inglaterra para aprender inglés. Entonces, era por lo que más me inclinaba. Pero me quedé en Liga.
Usted tuvo un roce con un reportero. ¿Cómo califica a los periodistas?
Hay que separar dos cosas: existen periodistas que están muy preparados y otros que no. Es algo que también pasa con los entrenadores y los jugadores de fútbol. También hay que tener presente el contexto en el que se desenvuelven los periodistas. Su trabajo no es independiente porque obviamente trabajan para una empresa. Pero uno se da cuenta cuál periodista está mejor preparado y quién expresa un periodismo más independiente que otros.
¿Encuentra algún paralelismo entre la carrera de técnico y la de periodista?
No. Simplemente son dos áreas que conviven. Y hay que aprender a convivir con eso. Por ejemplo de mí han dicho cosas horribles y magníficas. ¡Si el técnico se dedica a vivir de lo que dicen de él no funciona en su trabajo!
¿Cuál es la clave en su trabajo? ¿Es cierto que usted se levanta a las 05:30?
Sí, en ocasiones. Pero eso no es lo más importante. Me considero un buen entrenador por mi dedicación. Y mi dedicación no se basa en levantarme a las 05:30 de la mañana. Esta se basa en tener un buen grupo de trabajo, en delegar… Parto de la premisa de que las personas que me rodean deben ser capaces.
En Argentina se convirtió en el entrenador más joven en Primera. ¿Cómo hizo y cómo hace para llegar con su mensaje a jugadores de mayor edad?
Con credibilidad. Tengo 34 años y llevo 11 dirigiendo. No estoy orgulloso de haber sido el técnico más joven, sino de haber empezado mi carrera a los 23. Ahora veo a chicos de esa edad y pienso: yo inicié mi carrera a esa edad. Por eso, digo que aunque se tengan 23 o 70 años, la credibilidad es lo más importante.
¿Cuál es su meta como entrenador?
Tengo un sueño final, pero me lo guardo. Eso no significa que si no lo logro pueda sentirme incompleto.
Una vez dijo que después de un partido se pasó todo el día en el sofá por el desgaste mental. ¿Hace algo para quitarse el estrés?
Las tareas extrafútbol tienen que ver con el equipo en el que trabaja el técnico. Liga, al igual que Lanús, tiene una vida social activa. Aquí hay canchas de tenis, se puede hacer aeróbicos… Eso es algo agradable.
¿Con quién juega tenis?
Con mis colaboradores. Pero también hago otras cosas. Hay quienes dicen que el cansancio mental es superior al físico. Por eso, practico tenis, juego un ‘picado’ de fútbol en mis horas libres. Pero debo reconocer que, al ser técnico, siempre estoy pensando en las 30 o 40 personas que tengo a cargo.
El fútbol siempre está en su mente…
Sí. Por eso, hay ocasiones en las que no tengo ni ganas de hablar con mi señora. Me tiro en el sofá y me convierto en una momia. A veces eso me lo reclama mi señora.
¿Entonces ya se casó?
Todavía no. Estoy en camino, pero faltan tres años para eso (suelta una carcajada).