Luis Moya, el copiloto embajador

Luis Moya

Luis Moya

Luis Moya

El español Luis Moya es, indudablemente, una de las personalidades más reconocidas del rally mundial. Durante 15 años fue el copiloto de su compatriota Carlos Sainz y juntos consiguieron dos títulos mundiales, cuatro subcampeonatos y cinco terceros puestos.

Como actual embajador de Volkswagen Motorsports, hace pocos días fue invitado a la convención de ventas y posventa de importadores latinoamericanos de la marca alemana que se realizó en Quito. Allí, Moya conversó con CARBURANDO sobre algunos aspectos relacionados con el automovilismo de ruta, su trayectoria deportiva y su actual función en Volkswagen

Además del conocimiento de su función, ¿qué otras cualidades debe tener un copiloto?
Lo principal es tener una gran capacidad de trabajo. Con Carlos eso era algo obligado porque a su talento extraordinario como piloto unía una capacidad de trabajo brutal. También hay que tener una enorme compenetración con la persona que se tiene al lado. En la historia del Mundial de Rally los equipos que han sido exitosos son aquellos que han estado mucho tiempo juntos.
¿Es importante que piloto y copiloto sean amigos?
Lo es. Carlos y yo siempre tuvimos una gran relación. Yo lo considero mi mejor amigo porque con él he pasado mucho tiempo. Entonces la relación no solo se limita a lo profesional sino que trasciende a otros ámbitos. Pero después de pasar tanto tiempo juntos se pueden generar fricciones. Nosotros fuimos compañeros durante 15 años y pasamos muchas cosas buenas y malas juntos.

¿Cuánto ha cambiado el Mundial de Rally desde los años en los que Carlos y usted competían?
Muchísimo. Hay gente que me dice que el rally era mejor en nuestra época, pero digo que no, que simplemente era diferente, porque no había teléfonos celulares ni Internet, y cuando se nos presentaba un problema debíamos buscar una solución inmediata con menos recursos. Pero en otros aspectos ahora hay más limitaciones. Antes se llevaban 3 000 neumáticos para un equipo de tres autos y ahora 300; se podía utilizar un número ilimitado de motores por temporada y ahora solo tres por cada auto, etc. Pero todo esto no es ni mejor ni peor.

¿Cuánto influyó la crisis mundial del 2008 en el deporte motor y particularmente en el rally?
Mucho, sobre todo en las marcas que dejaron de participar. Afortunadamente eso ha cambiado y de un campeonato en el que solo quedaron Ford y Citroën pasamos a uno con cuatro constructores, cuando se sumaron Volkswagen y Hyundai.
Es una magnífica noticia saber que Toyota volverá en el 2017 y me gustaría que algún día ingrese General Motors. Mientras más marcas estén presentes es mejor para la competitividad. Por ahora, el Rally Mundial atraviesa uno de los mejores momentos de su historia, con cuatro marcas compitiendo.

¿Cómo fue su transición de copiloto a directivo?
En el 2002 yo decidí dejar el Mundial de Rally. Me tomé un tiempo y al año siguiente me llamaron de Subaru para ser director deportivo del equipo y me gustó la idea. Después estuve en la junta directiva de la Federación Española de Automovilismo; trabajé como embajador del Rally de Jordania y ayudé a organizar el Rally de Cataluña, así que también conozco el mundo de los rallies desde la parte directiva y organizativa.

A partir de la experiencia de perder su tercer campeonato mundial en Gran Bretaña por un daño en el motor, a 400 metros de la meta, usted reivindicó el segundo lugar. ¿Cómo fue eso?
No me gusta cuando escucho aquello de que el segundo es el primer perdedor, porque creo que uno puede perder o le pueden ganar, pero son dos cosas muy diferentes. Uno pierde cuando no hace las cosas bien, pero cuando las hace bien y otro las hace mejor, uno debe irse a dormir tranquilo. En ese caso no se es un perdedor en absoluto, aunque normalmente le gusta estar en lo más alto del podio. Con Carlos aprendí que en la vida hay que darlo todo siempre, para no arrepentirse después.

¿Por qué rechazó la invitación de Sainz para correr el Dakar?
Cuando competíamos en el Mundial de Rally, Carlos me decía que cuando lo dejáramos deberíamos correr un Dakar. Yo le dije que no porque me parece una competencia demasiado intensa. Cuando el fue a Peugeot me llamó y me hizo una gran oferta, pero no estoy capacitado para eso. Ya no me llama la atención competir por puntos o por un título. Lo hice muchas veces, pero ya no tengo ganas.

En qué consisten sus labores actuales en Volkswagen?
Hago una especie de coaching, formo a la gente y es un trabajo que no implica ninguna presión. Me
reúno con personal de concesionarios, directivos de la marca, periodistas, etc., y les explico cómo funciona un rally desde adentro. También doy conferencias que se basan en tres ejes: lograr objetivos, tomar decisiones y ser positivos. Yo siempre he sido positivo en mi vida y tengo muchos ejemplos para demostrarlo.

Suplementos digitales