El brasileño Luis Carlos de Jesús posa para una sección gráfica en uno de los entrenamientos del club Gualaceo SC. Foto: Manuel Quizhpe / EL COMERCIO
Luis Carlos de Jesús Santos llegó al Ecuador el 23 de enero del 2005, procedente de São Paulo, Brasil. Vino contratado por la dirigencia del Deportivo Azogues, cuyo equipo había ascendido a la Serie B del fútbol ecuatoriano.
El zaguero central se incorporó al conjunto austral por recomendación del brasileño Marcos Rodríguez (‘Magú’). Este último tenía una gran amistad con el entrenador de ese entonces, Janio Pinto. El DT cuenta que “no lo conocía, pero confiaba en ‘Magú’, con quien jugué en Barcelona de Ecuador”.
Luis Carlos no se sintió a gusto en sus primeros días en Azogues por el frío y porque no se acostumbraba a la comida, incluso tuvo la intención de volver a São Paulo. El futbolista recuerda que sus compañeros Everton y Gilmar de Oliveira le sugirieron que se quedara una semana más y “mira, ya cumplí 14 años en Ecuador”.
El defensa de 1,88 metros de estatura ha conseguido tres ascensos a la Serie A: con Deportivo Azogues (al final del 2005), Independiente del Valle (2010) y Macará (2011). Su meta en este año es ascender con Gualaceo SC, en donde cumple su quinta temporada.
Hasta el 2009 jugó como extranjero. A finales de ese año recibió la carta de naturalización y desde el 2010 juega como ecuatoriano. Durante su permanencia en Ecuador, solo se quedó tres meses sin jugar cuando salió de Imbabura SC (2014).
Desde que se vinculó al equipo austral vive en un departamento del cantón azuayo de Gualaceo. “La ciudad es tranquila, se puede conciliar el trabajo con el descanso”. Se acostumbró a la comida diaria y a los platos típicos como papas con cuy y hornado. Acude con frecuencia a los mercados de la localidad para comprar tortillas de maíz y de trigo.
Luis Carlos, quien tiene una novia que vive en el cantón San Juan Bosco (Morona Santiago), considera que ha tenido buenas temporadas y también altibajos en los seis clubes ecuatorianos en los que ha jugado. “Siempre dejo mi máximo esfuerzo en la cancha porque me considero un profesional íntegro”.
Su primer año en Ecuador lo define como histórico, porque Deportivo Azogues se estrenó en la Serie B y a mediados de la misma temporada ascendió a la Serie A. “Ojalá este año podamos subir a la primera A con Gualaceo. Se ha armado un buen plantel y existe un excelente grupo”.
Pinto, su exentrenador, lo califica como un futbolista espigado que es difícil superarlo en el juego aéreo. “Es rápido y sale con prestancia desde su cancha”. Incluso sube a cabecear en el área contraria, especialmente en los tiros de esquina.
El estratega brasileño opina que los futbolistas extranjeros, no solo brasileños, se quedan en Ecuador porque son bien tratados. A su criterio, lo más complicado para los foráneos es adaptarse a las condiciones geográficas de las ciudades en donde se juega el fútbol profesional.
Luis Carlos agradece a ‘Magú’ por haberlo traído a Ecuador y a Pinto porque le permitió demostrar sus condiciones. Durante su paso por Ecuador conoció a grandes personas, quienes le hicieron sentir como un ecuatoriano más. “Tengo gratos recuerdos de cada uno de los clubes”.
El futbolista brasileño de 35 años pensó en su retiro hace tres años, pero sigue jugando porque se siente bien y considera que es un aporte para el equipo. Cuando le corresponda colgar sus botines quiere continuar en las canchas como asistente técnico y mostrar sus conocimientos también en clubes