Liga perdió la punta y está presionado

La celebración de Álex Bolaños y Horacio Salaberry tras el segundo gol de Aucas a Liga de Quito. Foto: Vicente Costales / EL COMERCIO

La celebración de Álex Bolaños y Horacio Salaberry tras el segundo gol de Aucas a Liga de Quito. Foto: Vicente Costales / EL COMERCIO

La celebración de Álex Bolaños y Horacio Salaberry tras el segundo gol de Aucas a Liga de Quito. Foto: Vicente Costales / EL COMERCIO

Triunfó el fútbol sencillo y práctico. Ayer, Aucas venció 2 por 0 a una ofuscada Liga de Quito, que además dejó el liderato y cayó al tercer puesto en la tabla de posiciones.

Su objetivo de coronarse campeón al término de esta segunda etapa se aleja. LDU, que en la primera etapa se mostró imbatible en casa, sumó ayer la segunda derrota. Antes cayó ante Liga de Loja e igualó con U. Católica, El Nacional y Mushuc Runa.

Esos puntos empiezan a faltar en su cuenta para rematar primero y evitar las finales con el ganador de esta segunda etapa. Los puntos perdidos ayer fueron el resultado de un equipo que no pudo ni supo cómo romper el plan de juego que Aucas implementó: presión desde la cancha rival.


Según el entrenador Carlos Ischia, todo salió a la perfección para su equipo, porque si se refugiaba 
en su área, era un suicidio.

Álex Bolaños, desde el medio campo, movió el equipo hacia su cancha o hacia el área rival. Pese a que salió expulsado en el minuto 70, el equipo mantuvo ese orden.  
Jairo Padilla, Mauro Bustamante y Ayrton Preciado se quedaron como únicos jugadores de ofensiva.

Ellos se bastaron para superar a los defensas y dos volantes de marca de Liga. Precisamente, una jugada que inició Padilla permitió que Preciado anotara el primer gol, en el minuto 29.

Era un castigo para los albos, que en los primeros 15 minutos habían generado tres opciones de gol. El remate de cabeza de Narciso Mina fue atajado por el arquero Sebastián Blázquez.

Luego, Jonathan Álvez fue quien falló, mientras que José Cevallos estrelló un balón en uno de los laterales tras un tiro libre.

Quien sí no se equivocó a la hora de anotar, tras un lanzamiento libre, fue Horacio Salaberry. El uruguayo de Aucas tomó el balón y lo envió con tal colocación, que superó a la barrera y al arquero Domínguez.

Esos goles incrementaron la desconfianza en los liguistas, que no podían llegar a la zona de definición en un partido donde se anunció que su DT Luis Zubeldía solo se quedará hasta diciembre.

En la segunda etapa ingresaron Miller Castillo, Juan Cavallaro y Hólger Matamoros, quienes no solucionaron las falencias ofensivas. 
Aucas, que jugó 20 minutos con 10 futbolistas, fue mejor que Liga. Administró mejor el balón y puso en evidencia los errores del club albo.

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