En la actualidad hay más libertad para que las mujeres desempeñemos actividades que anteriormente eran exclusivas de los hombres. Por ejemplo, en mi profesión de árbitro, me criticaban mucho. En los partidos de fútbol se burlaban y decían que las mujeres no eramos capaces de dirigir un cotejo. Con el tiempo hemos demostrado que sí podemos hacerlo. Ahora hay más mujeres dedicadas a esta actividad y competimos al mismo nivel que los hombres.
En la vida personal procuro que mis hijos tengan libertad para dialogar conmigo de las cosas que les preocupa, de sus amigos, y de sexualidad.
Antes, con mis padres ese era un tema prohibido, pero en mi hogar es distinto. Quiero que mis hijos confíen en mi y hablen conmigo del tema. Cuando lo hacen trato de aconsejarles para que no cometan errores. Afortunadamente tengo esa libertad de platicar con ellos. Si no pudiera hacerlo, me sentiría mal.
Pienso que la libertad nos da la oportunidad de conocer y descubrir cosas nuevas.