La celebración del gol de Édison Méndez fue sumamente efusiva. Así, Liga Deportiva Universitaria ganó 1-0 a Sociedad Deportivo Quito en el primer clásico capitalino de este año,
No solo los jugadores en la cancha, sino también la mayoritaria hinchada que vistió de blanco el Olímpico Atahualpa disfrutaron el sabor de una revancha.
El Quito venía de doblegar por dos años consecutivos a Liga en la mayoría de los clásicos. Dos de ellos (a finales de 2008 y de 2009) dieron paso a los dos últimos títulos de los azulgranas.
Eso, sumado a la acérrima rivalidad que viene creciendo en los últimos años entre estos dos cuadros capitalinos, hacía que el partido del sábado tuviera una expectativa desbordante, evidenciada en los cerca de 35 000 aficionados que llegaron al estadio.
Sin embargo, el ambiente de color, cantos y fiesta, vividos en las gradas por parte de ambas fanaticadas, no se vio en la cancha.
Un primer tiempo trabado en medio campo, con entradas demasiado fuertes e innecesarias, pues no eran faltas tácticas. Fruto de ello Liga se quedó con nueve hombres antes del final del primer tiempo tras las expulsiones de Ulises de la Cruz y de Néicer Reasco. En el segundo tiempo, el defensa chulla, Isaac Mina, también vio la tarjeta roja.
El oasis de ese desierto de faltas y juego lento fue la escapada de Christian Lara por la derecha y su centro transformado en gol por Méndez. En todo caso, esto mostraba que Liga proponía un juego claro, mientras Deportivo Quito desnudaba sus falencias en la media cancha y en el ataque.
A pesar de estar con nueve hombres, LDU mostró en el segundo tiempo el juego veloz y vertical que lo tiene como el líder del torneo e invicto. Un medio campo donde Méndez y de la Cruz se entienden a la perfección y adelante la figura del argentino Hernán Barcos se agiganta. Barcos, el goleador del cuadro merengue, fue el hombre que se batió solo con los tres defensas del Quito.
A estas alturas del torneo, la mano del estratega Edgardo Bauza empieza a sentirse y los universitarios consolidan no solo su posición en la tabla sino, principalmente, su sistema de juego.
La tienda azulgrana, por su parte, no es ni la sombra del conjunto que brilló en los meses finales del certamen anterior. Mucho tienen que ver los problemas extrafutbolísticos por los cuales atraviesa el equipo, pero también es real la baja producción de muchos elementos que antes fueron figuras.
Dos de ellos son los delanteros argentinos Iván Borghello y Marcos Pirchio, que desde que arrancó el campeonato no han sido una cuota goleadora. Rubén D. Insúa requiere de una pronta ‘reinvención’ del equipo, oportuna para enfrentar la Libertadores .