El esfuerzo físico que aplicó para ganar la Quito-Últimas 15K debilitó a Diana Landi. Por eso, la flamante campeona interrumpió su rutina de entrenamiento ayer por primera vez en tres meses.
La ecuatoriana suele entrenarse de lunes a domingo en dos horarios. Esa rutina la cumple desde marzo pasado. Pero ayer fue diferente. Ella decidió descansar en su hogar, en el barrio San Diego, ubicado al sur de la capital.
Landi, además, evitó las visitas y prefirió hablar a través del teléfono. “La Quito-Últimas fue una de las competencias más fuertes que he tenido en mis 12 años de carrera. Pero estoy orgullosa. Además, fue especial ganar por primera vez en la edición 50”.
La quiteña, de 24 años, impuso un esfuerzo físico notable para superar a atletas de Kenia, México, Colombia y Perú. En la carrera se impuso con 51 minutos y 56 segundos y conquistó, por primera vez, el título de la 15K.
Pese a eso, sus festejos por el título fueron sencillos. Tras la competencia del domingo se reunió con Leonel Ramírez, su esposo y entrenador. Ambos asistieron a la ceremonia de premiación en el Hotel Sheraton, a las 15:00.
Luego recogieron a su hija Diana, de 4 años. La pequeña quedó bajo el cuidado de María Luz, madre de Leonel Ramírez. Esto mientras Landi competía.
Los padres y la hija tenían previsto degustar un pollo asado la noche del domingo. Pero eso no se cumplió. Los esposos solo platicaron. Por eso, la deportista saboreó el alimento recién ayer por la mañana. “Me desperté con un hambre tremenda y comí todo lo que encontré en la cocina”, bromeó la ecuatoriana, a través de la línea telefónica.
Ella tiene previsto reanudar sus entrenamientos hoy. Su agenda contempla, al menos, dos carreras este año. Su próximo reto será la carrera atlética Diario Expreso, en Guayaquil.
Esto lo corrobora Ramírez, su cónyuge desde hace cinco años. Él considera que Landi puede mejorar su rendimiento con una mejor preparación.
Según el entrenador la clave del éxito de su esposa fue la actitud mental. “En frente tenía a atletas de África y América que tienen registros envidiables. Pero superó los temores psicológicos. Eso fue importantísimo en la carrera”.
Diego Colorado, el campeón colombiano de la 15K, tuvo una rutina parecida a Landi, por la mañana. El colombiano descansó en una habitación del Hotel Sheraton. Pero en la tarde abandonó el lugar y se dirigió al Aeropuerto Mariscal Sucre.
El corredor, de 36 años, se desplazó a la terminal aérea a las 15:30. En cambio, a las 17:50, tenía previsto viajar a Medellín.
Colorado seguirá con su preparación en su país. Tiene previsto competir en los Juegos Centroamericanos, de Puerto Rico, y en la carrera San Silvestre, de Brasil.
Los atletas keniatas también salieron ayer del país. Isaac y Olga Kimaiyo, Patrick Nthiwa y Genoveva Gelagat se desplazaron a México, a las 05:00.
Landi y Colorado, campeones inéditos de la 15K, no descartan competir el próximo año. “Si me invitan vendré gustoso. Me siento orgulloso de competir en una de las carreras más importantes de América”, dijo Colorado.
Patricio Novoa ganó el Toyota
El quiteño Patricio Novoa, jefe de estudios del Colegio SEK, ganó el auto Toyota Prius, que se sorteó entre los 15 000 participantes de la Quito-Últimas 15-K.
El sorteo se realizó la tarde del domingo en la pista del estadio Olímpico Atahualpa, tras la competencia atlética.
Novoa, de 55 años, concursó por segunda ocasión en la carrera. Intervino en la categoría de 50 a 59 años y lució el número 5302 en su camiseta.
El aficionado ayer se mostró sorprendido y emocionado por el premio. “La verdad no sabía que había ganado el auto. Pero si es así será maravilloso. El domingo me quedé solo hasta las 11:00 en el estadio Olímpico Atahualpa”.
El quiteño decidió concursar en la prueba desde 2009. “Siempre practiqué atletismo en mi juventud. Pero hace dos años empecé a correr en todas las competencias de Quito, por simple afición”.
Su hijo Andrés, de 28 años, también participó. Sin embargo, él llegó antes que su padre.
Novoa comentó, además, que compite para mantenerse en buen estado físico.