El karate no solo enseña golpes y patadas. También ayuda a desestresarse, perder los nervios, ser disciplinado y formar el carácter.
Por eso esta actividad es impartida en la asignatura de Educación Física en algunas escuelas y colegios como un método para fortalecer la personalidad de los estudiantes.Su aprendizaje no tiene edad. El instructor Rigoberto Reinozo, del club Japón, asegura que esta disciplina se puede practicar en cualquier momento, “pero lo recomendable es hacerlo desde los cinco años”, por la elasticidad del cuerpo en los infantes.
Por esas razones, no lo dude y busque una buena academia para iniciarse en este deporte.
Un buen instructor (senséi) sabrá guiarlo desde la primera clase. No importa si su conocimiento es mínimo o nulo, porque en esta actividad el aprendizaje es progresivo.
Después de dominar los movimientos básicos, con en el paso de los meses llegará a realizar patadas y llaves que le servirán como defensa personal en cualquier situación.
Además, la práctica constante de este deporte contribuye a fortalecer los músculos y a disminuir el estrés .
Otros clubes en la ciudad
Club Budokán.
Av. E. Alfaro 44 380 y De las Higueras.
Bushido.
Plan Turubamba Bajo, calle Borbón Mz 1 l-3.
Colegio de Liga.
Pomasqui.
Consejo Provincial. Colegio Consejo Provincial
Emperador.
Ajaví y Cardenal de La Torre, esquina.
Enrique Pérez.
Mejía Oe10-101 y Bahamonde.
Fortaleza.
Av. Morán Valverde 133 y Rumichaca.
Fukushima.
Francisco Londoño 253 y Francisco
Gómez.Halcón.
Teodoro Gómez de La Torre 237 y Guerra.
Ika.
Centro Comercial La Y, av. 10 de Agosto.
Japón.
Cabo Alberto Orellana 365 Y Michelena (Pintado).
Kamikaze.
Av. Mariscal Sucre N 75-159 y Diego de Vásquez.
Kanasaki.
9 de Octubre y Colón.
Kanazawa.
Av. El Inca E 5-23 e Isla Seymour.
Kankuday.
Humberto Cabezas km 1,8 y Panamericana Norte.
Kichinte.
Carapungo 1ª etapa, sector A-9, Mz S, Casa 33.
Miyasaki.
Tomás de Berlanga e Isla Genovesa, N 42-71.
Sn. Fco. de Quito.
Liga Cantonal Rumiñahui (valle de Los Chillos).
Rosa Carrillo.
Las Lajas, pasaje E (Guajaló).