Juventud y experiencia en el Atahualpa

Bryan de Jesús, de 22 años, y Hernán Barcos, de 33, se enfrentan hoy (29 de abril de 2017). Fotos: API/ Archvio EL COMERCIO.

Bryan de Jesús, de 22 años, y Hernán Barcos, de 33, se enfrentan hoy (29 de abril de 2017). Fotos: API/ Archvio EL COMERCIO.

Bryan de Jesús, de 22 años, y Hernán Barcos, de 33, se enfrentan hoy (29 de abril de 2017). Fotos: API/ Archvio EL COMERCIO.

Cuando Bryan de Jesús llegó a probarse a las divisiones formativas de El Nacional en el Complejo de Tumbaco, Hernán Barcos ya exhibía su eficacia goleadora en Riobamba.

Eran los primeros días de octubre del 2007. De Jesús tenía 12 años. A esa edad, llegó solo a la cantera de los criollos, en Quito, tras dejar Imbabura.

“Mi hermano (Marlon de Jesús) tenía que llevarme a la prueba, pero no pudo. Le dije a mi mamá que no había problema, que yo podía solo”, cuenta el imbabureño, ahora con 22 años. Hoy, es uno de los atacantes estelares de El Nacional que se enfrenta a LDU, en el Olímpico Atahualpa (11:15).

Al frente, tendrá a Barcos, de 33 años. El ‘Pirata’ volvió este año al cuadro universitario para solucionar la falta de gol.

En ese 2007, Barcos terminó como goleador del Olmedo de Riombamba. Marcó 15 tantos con el conjunto riobambeño, suficientes para que los empresarios se fijaran en él y lo llevaran al fútbol chino.

De Jesús se ganó un espacio en el conjunto de los puros criollos, en su primer año en el plantel. Los entrenadores de las divisiones juveniles le enviaban a la cancha para que demostrara su potencial. Un técnico –cuyo nombre no recuerda- siempre le decía: “Veamos si eres hermano de Marlon”.

Para jugar, Bryan siempre se fijó en Marlon, quien actualmente está en Emelec. Hasta ahora, su familiar le aconseja en sus diálogos a través de la línea telefónica. “Me recuerda que debo aguantar la pelota en el área para habilitar a mis compañeros, que debo moverme mucho en el área y no desmayar”.

Bryan tuvo un camino difícil hasta debutar en la Primera División. En el 2010, se marchó a Brasil con la ilusión de jugar en Santos, pero se lesionó. “Me jodí la rodilla y regresé a Ecuador para pedir mi pase”.

Al volver, tuvo problemas para reincorporarse a El Nacional y se fue a México para probar fortuna en el Monterrey. No logró quedarse. Retornó y se incorporó a Universidad Católica, por pedido del entrenador Jorge Célico.

En el ‘Trencito Azul’ logró debutar en la Serie A, en el 2015. Jugó los últimos minutos de un cotejo del torneo.

A ‘esas alturas’ del partido, Barcos ya se había convertido en un ‘trotamundos’ del fútbol. Había jugado en Ecuador, Brasil, China y Portugal.

Sin embargo, el gaucho dice que siempre recordó su paso por el fútbol brasileño (en Gremio) y el ecuatoriano (en Liga de Quito). Asegura que ambos planteles han sido especiales en su carrera.

Este año, ante la falta de gol de Liga, los directivos repatriaron al argentino. Él asegura, que está sorprendido con el aprecio que le muestran los hinchas. “No me esperaba toda esta buena onda”.
De Jesús, en cambio, intenta ganarse el aprecio de los aficionados de El Nacional. Al club criollo, volvió el año pasado.

El talento y el experimentado atacante juegan hoy con el mismo objetivo: anotar goles para sacar a sus equipos de las malas rachas. Liga es noveno lugar en el certamen, mientras que El Nacional es penúltimo.

Barcos suma cinco goles en el campeonato 2017, solo uno más que De Jesús.

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