Diego Hurtado tiene la confianza de Zubeldía. Es una alternativa ante la anemia ofensiva. Foto: Jenny Navarro / EL COMERCIO
Diego Hurtado tiene una apuesta con su padre Patricio: superarlo como referente ofensivo de Liga de Quito. Por lo pronto, el delantero juvenil ya cuenta con un gol oficial para el equipo del cual también es hincha desde su niñez.
El ariete de 19 años creció viendo las conquistas, celebraciones y muestras de cariño que recibió su progenitor mientras defendió a los azucenas en los años noventa.
El técnico argentino Luis Zubeldía decidió darle más minutos en la cancha porque Liga atraviesa complicaciones para convertir goles. Juan Luis Anagonó, Jonathan Ramis, Luis Congo y Félix Borja -quien incluso ya abandonó a la institución por su poco aporte- no han podido suplir esta carencia, al menos como el estratega, los directivos y los hinchas desean.
Además, Hurtado se ha destacado en el equipo de reserva, en donde, según las estadísticas, ha convertido 37 tantos.
Estos, sumados a los 30 que hizo en todo su paso por las categorías menores de la ‘U’. Mientras que con el plantel principal suma tres anotaciones: dos en amistosos y su primer gol en el torneo local, registrado frente al Manta.
Obviamente, para él, la mejor conquista fue esa, por todo lo que representó en su propósito de ser un verdadero aporte para el club. “Hablamos de eso toda la semana. A casa me llamaron familiares de Ambato para molestar a mi papá diciéndole que se acabó su mito”, contó entre sonrisas el juvenil.
Eso sí, para potenciar su desarrollo como ariete, Diego se apoya en todo lo que le enseña Patricio, quien casualmente también lo dirigió en el equipo de reserva y en las menores. Con él y con sus compañeros practican en la definición, dos veces por semana.
Adicionalmente, ‘Diegol’, como ahora lo han bautizado, recibe consejos de su padre sobre cómo anticiparse a los defensores, movimientos dentro del área y cómo cabecear el balón, desde el salto hasta el movimiento de la cabeza. “Ese era el fuerte de mi papá. Convertía muchos goles por esa vía y yo también espero hacerlo”, aseguró tras uno de los entrenamientos en Pomasqui.
Su fama empezó a crecer, porque tres hinchas que lograron ingresar al complejo se acercaron para fotografiarse con él y pedirle autógrafos.
Paradójicamente, la carrera de Diego Hurtada estuvo condicionada por una promesa que él mismo se planteó ante sus padres. Si no lograba debutar hasta los 17 años, se dedicaría a los estudios.
Por suerte para él, tuvo la oportunidad de hacerlo con apenas 16. Fue el estreno soñado, durante la presentación del plantel albo del 2011 ante el Atlético Nacional colombiano. Marcó un gol, llevándose los aplausos de los seguidores albos en las gradas.
Sin embargo, de la ilusión pasó a la decepción. El técnico Edgardo Bauza le dio poco espacio en el plantel principal. Incluía en la nómina a otros juveniles, menos a él. Patricio llegó a cuestionar esta decisión del estratega argentino, pero no podía hacer más. Solo siguió manteniéndolo en forma con la reserva, en donde ‘se cansó’ de marcar goles. Trascendió que, incluso, hubo un ‘impasse’ verbal entre ‘Patogol’ y el DT por esta situación.
Ahora el panorama parece haber cambiado para el juvenil de Liga, quien espera continuar en la cancha en los cotejos oficiales de la Serie A. Mientras tanto, seguirá en su proceso formativo con su padre, con quien también comparte el gusto por el automovilismo. De hecho, ya está preparando un automóvil Suzuki Forsa, por si algún día puede competir en alguna prueba de rally, “claro, si el equipo me da permiso”, precisó.
“Si no hubiera sido futbolista, a lo mejor me habría dedicado a ser piloto de rally. Mi padre (Patricio Hurtado) también es amante del automovilismo”.
Diego Hurtado