‘Cheerleaders’ de Corea del Norte llaman la atención en Pyeongchang 2018. Foto: Ed Jones / AFP
El partido histórico se disputó en el hielo del Kwandong Hockey Centre, pero el protagonismo se lo robó la presencia de las animadoras norcoreanas desde las gradas.
El entusiasta grupo de jóvenes especialmente enviadas por el líder del país comunista, Kim Jong-un, le puso color y calor al partido que el equipo unificado de las dos Coreas de hockey sobre hielo perdió de forma aplastante 8-0 ante Suiza en el estreno en los Juegos Olímpicos de invierno de Pyeongchang, gracias a sus canciones, sus aplausos y sus movimientos cuidadosamente ensayados.
El desastroso resultado no aplacó el estado de alegría que significó la conformación, al menos por el corto plazo que duren los Juegos, del equipo unificado. Los surcoreanos gritaron fuerte y las chicas norcoreanas hicieron su show. Cercanas a los 20 años, las visitantes cantaron canciones que contrastaron con el resto del programa de entretenimiento de los surcoreanos, que tienen el rap y el estilo americano como forma de aliento. “¡Somos uno!”, celebraron después del partido, mientras los 3600 espectadores se sorprendían de que las chicas no se cansaran y que en los pasillos saludaran una y otra vez con pequeñas banderas unificadas, que tienen un fondo blanco y el mapa de la península en azul.
Las animadoras de Corea del Norte en Pyeongchang 2018. Foto: Yelim Lee/ AFP
Sentadas en cuatro bloques diferentes del estadio, las norcoreanas lucieron un uniforme rojo, con gorras que combinaban el rojo con el blanco. Alrededor de ellas, los fornidos y silenciosos custodios hacían su trabajo de vigilancia. Cuando el espectáculo dentro y fuera del hielo se terminó, las mujeres salieron sonriendo y saludando, con sus observadores detrás. Unas horas antes, ataviadas con los mismos trajes, las “cheerleaders” también habían estado alentando a los deportistas coreanos en la pista del Gangneung Ice Arena, donde el patinador Lim Hyo Jun ganó en la modalidad short track para darle la primera medalla dorada a los anfitriones.
Hoy también se pudo ver a un grupo de chicas en el Phoenix Park, el centro donde se desarrolla la actividad del snowboard. Sin embargo, la presencia no fue tan productiva como el día anterior, ya que vieron en vivo como el joven Redmond Gerard le daba a Estados Unidos la primera medalla dorada de los Juegos al ganar en slopestyle.
El éxito que significó la presencia de las mujeres enviadas por KimJong-un también generó ciertas críticas en algunos opositores, que consideran que Pyongyang está aprovechando para explotar la cooperación olímpica con Corea del Sur con fines de propaganda. Más allá de las polémicas, lo cierto es que la única situación que amagó con quitarle un poco de protagonismo a las “cheerleaders” fue la presencia en el palco de honor del partido de Kim Yo Jong, la influyente hermana del gobernante norcoreano.
Los aficionados que estaban cerca se agolparon para retrarla con sus teléfonos móviles. La joven de 30 años se encontraba junto a Kim Yong Nam, el jefe de Estado protocolario de Corea del Norte. En el palco quedaron ubicados entre el presidente del Comité Olímpico Internacional, Thomas Bach, y el jefe de la organización, Lee Hee-beom. Ambos funcionarios de Pyongyang destacaron la importancia del juego, al igual que el presidente surcoreano Moon Jae In, quien también acudió y alimentó la esperanza de un acercamiento.