El judo forma parte trascendental de los siete hermanos Cobos

De izq. a der. Los hermanos Cobos: Iván, Cristian, Diana, Andrés y Lenin. Foto: Santiago Ponce / EL COMERCIO

De izq. a der. Los hermanos Cobos: Iván, Cristian, Diana, Andrés y Lenin. Foto: Santiago Ponce / EL COMERCIO

De izq. a der. Los hermanos Cobos: Iván, Cristian, Diana, Andrés y Lenin. Foto: Santiago Ponce / EL COMERCIO

A Diana Cobos desde su niñez le gustaba practicar gimnasia, pero por impulso de su padre Marco, llegó al tatami (espacio de combate) para convertirse en judoca, actividad que también practican sus seis hermanos: David, Gabriela, Andrés, Iván, Lenin y Christian.

La judoca de 24 años participó en los Juegos Panamericanos de Toronto, en la categoría menos de 48 kilogramos y disputó la medalla de bronce con la brasileña Nathalia Brigida. En un apretado combate la carioca derrotó a Cobos.

Esto no desanimó a la ecuatoriana quien aún, en su semana de descanso por fin de temporada, se entrena en el Polideportivo de La Vicentina con la intención de conseguir los puntos clasificatorios para los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro.

A finales de agosto, Diana Cobos competirá en el Mundial de Judo de Kazajistán. "Al momento, en mi categoría estoy en el puesto 30 del ranking mundial y tendría que avanzar 15 puestos para lograr la clasificación. Estamos muy optimistas de llegar a los Juegos Olímpicos", manifestó Cobos.

Diana Cobos también estudia ingeniería ambiental e inglés y se prepara con los deportistas de alto rendimiento en Guayaquil. En Quito, cuatro de sus hermanos siguen sus pasos y se entrenan en la Concentración Deportiva de Pichincha. Los mayores, David y Gabriela dejaron de practicar este deporte por cumplir con otras actividades. Andrés, el tercero, se forma desde los cinco años.

Para Cobos es una satisfacción contar con el apoyo de su familia. "El judo es un deporte que te da muchos valores, disciplina respeto constancia y decisión, practicar un Deporte en Ecuador es muy difícil, pero si les gusta el Judo dedíquense a entrenar…".

Una persona muy importante en la preparación de esta familia de atletas constituye su padre, quien todos los días acude al Polideportivo para animarlos. Marco Cobos confesó que tuvo que convertirse en una especie de “dictador” para que sus hijos consigan buenos resultados y no se alejen de esta disciplina. "Desde pequeño me motivaron las artes marciales y pienso que el judo es una buena alternativa para la educación".

Sobre la participación de su hija, en los Juegos Panamericanos, manifestó que se sintió un poco triste porque Diana venía haciendo buenas competencias apuntando a ganar una medalla de Oro."Pero así es el deporte, unas veces se gana otras se pierde".

Al final de la tarde y antes de reunirse con sus hijos, Marco Cobos invitó a la gente a motivar más este deporte para tener los tatamis llenos de niños y jóvenes.

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