El DT Juan Ramón Silva lidera un grupo de trabajo que tiene al club cerca de la Serie A. Foto: Paúl Rivas/ EL COMERCIO.
No se confiesa hincha de Aucas, pero el técnico Juan Ramón Silva ya tiene al equipo en su corazón. Después de un año al frente de esa institución, el DT uruguayo se siente identificado con los colores oro y grana, la hinchada y sus jugadores.
Tras dejar las categorías inferiores de Emelec, el cuadro oriental se convirtió en un refugio para el estratega y una oportunidad para volver a ejercer su oficio en el fútbol mayor. Del club ‘eléctrico’ fue despedido después de 8 años de gestión.
En Aucas, el trabajo de Silva es catalogado como excelente por parte de Ramiro Gordón, administrador del club. Desde que bajó a la Serie B, a finales del 2006, el equipo nunca antes había estado tan cerca de ascender como hoy.
El equipo indio visita este día (9 de noviembre) a las 11:45 al Macará en Ambato. Una victoria dejaría al equipo oriental prácticamente en las puertas de celebrar su retorno a la Primera categoría tras 8 años de ausencia.
Aunque el DT Silva empezó la temporada con abucheos de la hinchada, por resultados adversos, ahora es el mimado. Los hinchas le cantan el tradicional canto: “Vení, vení, canta conmigo, que un amigo vas a encontrar, que de la mano del uruguayo (por Silva), todos la vuelta vamos a dar”.
El técnico sostiene que es normal que la gente lo quiera, por la buena campaña del equipo. Por ahora, Silva está feliz por el apoyo de la gente: el pasado miércoles, 7 500 personas presenciaron la victoria 3-1 sobre River de Guayaquil.
Silva ya tiene un acuerdo para dirigir al equipo el próximo año. La relación con el dirigente Gordón es buena y ello ha sido clave para la consecución del éxito. Pero, para el DT, lo primordial en el proceso fue la entrega de sus jugadores.
Administrativamente, el equipo oriental funciona bien. Los futbolistas están al día en el pago de sus salarios y el cuerpo técnico cuenta con los insumos para desarrollar los entrenamientos: balones, bebidas hidratantes, conos…
Otra de las claves, según Silva, es que el cuerpo técnico que inició los trabajos en la pretemporada continuó durante todo el año. Jorge Hernández, preparador físico, es el único que dejó el equipo. Él viajó a México. Sus funciones, además de la asistencia médica, las asumió el ecuatoriano Darwin Veloz.
Él y el técnico Silva conversan con frecuencia con Hernández para intercambiar ideas. “Yo no vine a cambiar a nada, simplemente cumplo con la planificación que se estableció a inicios de temporada”, dice Veloz.
El DT está orgulloso de la labor de sus colegas y los jugadores avalan el trabajo que han realizado durante el año.
Al inicio, el DT Silva sufrió por la falta de técnica de algunos jugadores. Con el paso del tiempo y después de horas de trabajo, logró que mantuvieran el orden dentro de cancha y que manejaran mejor el balón.
Así lo reconocen los propios jugadores. Jimmy Delgado, goleador del torneo con 20 tantos, reconoció que al inicio les costaba mantener el balón y llegar con precisión al arco contrario.
Por el afán de marcar disparaban desde media cancha, y muchas veces sin dirección. Con él coincidió Miguel Ibarra, volante que se unió al equipo a inicio de la temporada.
Esa falencia fue cuestionada, según Delgado, por el entrenador Silva, durante los entrenamientos y después de los partidos. Hoy, los orientales dominan el balón y gozan de un buen estado físico.