El nuevo Renegade está basado en el Fiat Panda y comparte elementos con el 500X. Foto: media.chrysler.com
Cuando Jeep develó el aspecto de su nuevo modelo Renegade en el Salón del Automóvil de Ginebra del 2014, los seguidores más puristas de la marca recibieron la noticia con escepticismo.
Para empezar, con sus 4,25 metros de longitud el Renegade sería el modelo más pequeño de la marca y, en teoría, también el menos apto para uso ‘off-road’.
Además, al ser desarrollado por Fiat sobre la base de su modelo Panda, y al compartir elementos con el 500X (la variante crossover del 500) no fueron pocos quienes consideraron que la marca se estaba alejando de su tradición como fabricante de algunos de los vehículos todoterreno más recios.
Y si todo eso no era suficiente, había un argumento más: el Renegade sería fabricado en Italia, convirtiéndose así en el primer modelo de la marca producido fuera de Norteamérica.
Los directivos del Grupo Fiat Chrysler, hoy denominado FCA US, propietario de Jeep, sabían desde el principio que no iba a ser fácil convencer a los usuarios tradicionales de la marca, y probablemente tampoco a los nuevos con algún conocimiento sobre su trayectoria.
En la gama de acceso, Jeep pasó de fabricar un SUV con chasís a un pequeño crossover monocasco, cuya apariencia sugería una orientación eminentemente urbana.
Sin embargo, el reto del legendario constructor estadounidense estaba en convencer al público de que no era necesario un motor V6 para moverse con soltura o un chasís de vigas de acero para hacer gala de una gran robustez.
Para ello, en los meses siguientes a su lanzamiento, en agosto pasado, ha sometido al Renegade a varias pruebas de desempeño en diferentes condiciones, incluidas algunas muy exigentes.
Sin llegar a los niveles de su hermano mayor Wrangler, el Renegade ha sabido desenvolverse adecuadamente sobre superficies resbaladizas e irregulares, pudiendo avanzar incluso con una rueda en el aire gracias al control de tracción.
El fabricante, además, da cuenta de que puede sumergirse en el agua hasta una profundidad de 40 cm, sin comprometer la integridad de sus componentes.
Estéticamente, mantiene los rasgos de identidad de otros ejemplares de la marca tales como los faros redondos, la clásica mascarilla de siete ranuras y los pasos de rueda trapezoidales. Además, cuenta con un gran techo de cristal de dos paneles que se pueden desmontar.
En el interior la influencia italiana de Fiat se pone de manifiesto tanto en el diseño del habitáculo como en la calidad de los materiales utilizados y en el equipamiento.
Incluye el sistema multimedia UConnect, con pantalla táctil de 5, 6,5 o 7 pulgadas, según la versión, que también puede incluir conectividad bluetooth con manos libres para comunicaciones telefónicas.
La gama mecánica del Jeep Renegade está compuesta por tres motores de gasolina (1.6 litros E.torQ de 110 HP y 1.4 Multiair de 140 o 170 HP) y tres de diésel (1.6 Multijet II de 120 HP y 2.0 Multijet II de 140 o 170 HP). Excepto el primer propulsor de gasolina, todos están turboalimentados y cuentan con un sistema Start/Stop de encendido y apagado automático en las detenciones.
En cuanto al equipamiento de seguridad, el Renegade ofrece más de 60 funciones entre de serie y opcionales que incluyen seis airbags, control electrónico de estabilidad (ESC) con mitigación antivuelco (ERM), asistente de parqueo con cámara trasera, alerta de colisión frontal, aviso de cambio involuntario de carril y control de velocidad de crucero adaptativo.
Modelo Global
Mercado. Siguiendo la tendencia de los grandes fabricantes, el Grupo FCA US desarrolló el Renegade como un modelo global, capaz de adaptarse a los requerimientos de diferentes mercados.
Fuente: autobild.es