Adrián Álvarez está todavía en los albores del tenis y Hugo Minda se niega a colgar la raqueta en el ámbito competitivo. El primero tiene 18 años y el segundo 31.
Álvarez es socio del club Buena Vista, Minda es entrenador y ambos tienen la misma ilusión de ganar sus primeros puntos para el ‘ranking’ de la Asociación de Tenistas Profesionales (ATP).
Esa meta la conseguirán si logran acceder al cuadro principal del torneo profesional Challenger ATP, Trofeo Ciudad de Quito, en el Club Buena Vista.
Para lograrlo deberán superar la fase de clasificación, conocida en el ámbito del tenis como ‘qualy’. Lograrlo, ganar los partidos que se jugarán entre sábado y domingo en el Club Buena Vista, les permitirá obtener tres puntos.
El tenista de 18 años, que estudia Ingeniería Civil, piensa que ese puntaje le permitirá acceder con más facilidad a torneos profesionales, de nivel Futuro o Challenger que se disputan en el país y en la región. Si eso llegara a ocurrir, incluso aplazaría sus estudios una temporada para probar suerte en el ámbito tenístico. Lo haría porque el tenis es un juego que le apasiona, que lo practica desde la niñez. Incluso, para mejorar su técnica se fue a practicar en una academia de tenis en EE.UU.
Durante su medio año de estadía, ante todo aprendió que en el tenis se debe tener mentalidad fuerte y ganadora para triunfar.
Para llegar en plenitud a los partidos del fin de semana, el delgado tenista practicó ayer en la cancha 4 del club. Allí se entrenó con su hermano Cristian, de 24 años, y quien también quiere probarse en la fase de clasificación.
Después de jugar con su hermano se midió también ante Minda.
Ambos buscaron perfeccionar sus golpes para llegar precisos y fuertes al fin de semana.
El entrenador, de 1,89 metros de estatura, ha disputado la ‘qualy’ del torneo quiteño durante las últimas siete ediciones. A pesar de su potente saque y la precisión de sus golpes con la izquierda, no logró acceder al cuatro principal. Él admite que el nivel de los jugadores que buscan el cupo para el Challenger es elevado.
Él mantiene la ilusión de un novato y quiere demostrar que su juego aún tiene fuerza.
Este año ha sido bueno para él. Ganó en un torneo abierto que se realizó en el Rancho San Francisco. Se impuso en un certamen en Ambato, en la modalidad de dobles, junto con Bernardo Casares. Con ese mismo jugador, que ahora estudia en EE.UU. llegó a la final de otro abierto en Portoviejo.
Una de sus principales motivaciones para probarse una vez más en el Challenger quiteño es su hija Anaí Alejandra, de 10 años.
Ella ya disputa los torneos profesionales de su categoría y su padre está convencido que llegará lejos. El entrenador quiteño, que empezó como pasabolas del Buena Vista a los 9 años, anhela que su hija consiga lo que él no logró, disputar torneos internacionales e incluso convertirse en profesional.
El Challenger
La presentación oficial del XIX Challenger ATP, Trofeo Ciudad de Quito, empieza a las 12:00 en el Club Buena Vista.
Allí se conocerán más detalles del certamen que reparte 80 puntos ATP para el vencedor.
Mañana, en el Swiss Hotel, podrán inscribirse los jugadores para la ronda de clasificación que será el fin de semana.
El cuadro principal, con 32 tenistas, empezará el lunes. La final será el domingo 22.