El alcalde Mauricio Rodas oficializó los trabajos en el estadio del Aucas. Foto: Alfredo Lagla / EL COMERCIO
De fiesta fue el ambiente previo en el estadio Jaime Pozo Ripalda de Turubamba, sede deportiva del papá Aucas, hoy, 8 de noviembre de 2015, en horas de la mañana. La razón era poderosa: jugaban el elenco expetrolero versus el Deportivo Quito, una academia en horas bajas pero siempre un rival peligroso y digno de respeto.
El trajín fue intenso desde muy temprano. Ya a las 10:00, dos horas antes del inicio del cotejo, los hinchas vestidos de oro y grana caminaban presurosos hacía las puertas de ingreso.
Los que mostraban con orgullo las casacas azul y rojo hacían lo mismo. Y respondían con cánticos y broncas a las barras comandadas por La Eterna, la decana del Aucas que metía el barrullo con sus tres bombos e igual número de matracas.
Los 110 policías, 15 subjefes y 3 mandamases que estaban apostados estratégicamente en el perímetro de la Caldera del Sur para evitar cualquier encontronazo entre barras, en un partido catalogado por el Tte. Crnel. José Serrano como ‘de riesgo’.
Los auquistas tenían un motivo más de regocijo: antes del encuentro, el alcalde de Quito, Mauricio Rodas, oficializaría el inicio de los trabajos de la iluminación del estadio, para que se puedan realizar encuentros nocturnos y otros eventos, de tipo cultural o artístico.
La tarima de madera, de 6 metros de largo por 4 de ancho, protegido por una carpa de 8 por 4 metros, estaba lista para recibir la buena nueva por parte del funcionario.
Los incondicionales del equipo indio, como Alexander Carcelén, quien cruzó la ciudad desde Carcelén Bajo hasta Turubamba, se declararon felices con la noticia y esperaron que esta vez sí se haga realidad y “no sea una más del sinnúmero de ofertas de esta laya que hemos tenido a través del tiempo”.
A las 11:20 hizo su aparición el Alcalde y los cánticos y matracas se elevaron a la enésima potencia. Rodas estuvo acompañado de Alejandro Larrea, gerente General de la Epmmop; Carla Arellano, gerente de la Unidad de Espacio Público del DMQ; la concejala Carla Sánchez; Miriam Moreta, presidente del Aucas; y, Stalin Gordón, en representación de Ramiro Gordón, gerente de Aucas.
La presentación técnica estuvo a cargo de Larrea. El joven funcionario de 40 años e hincha del Barcelona, recalcó que las 8 torres tendrán de 30 a 32 metros de altura. Y sostendrán 440 reflectores de mercurio halogenado, de 440 voltios y 2 584 luxes (medida de iluminación); estándares superiores a los 2 500 luxes exigidos por la FIFA.
Para ello, el sistema eléctrico contará con cámaras de transformación de celdas y tableros, desde donde se transmitirá la energía hacia los 8 cuartos eléctricos a través de cables soterrados.
Las torres de iluminación cuentan con una innovadora configuración lineal distribuida en tres filas de 10 y 13 lámparas, que permite una iluminación total y uniforme del escenario deportivo.
Estos datos técnicos fueron reforzados por Rodas en su corta intervención, que sucedió a una sentida lectura de una misiva de agradecimiento enviada por Ramiro Gordón, quien no pudo estar en esa cita.
Rodas afirmó que luego de 25 años de promesas no cumplidas y de sueños sin final de los hinchas auquistas, esta vez sí se hará realidad la iluminación de última tecnología del estadio sureño.
Este ofrecimiento que dio sus pininos durante un partido del Papá y Liga de Portoviejo por la serie B del campeonato ecuatoriano y que empezó a caminar luego de un encuentro entre el Aucas y su eterno rival, Liga de Quito, en febrero de este año, al fin se hará realidad.
Luego de los estudios técnicos y la licitación pública correspondiente, los trabajos ya empezaron. Esperamos que estén concluidos en 90 días. Esto es lo que el sur de Quito se merece. Así, el estadio servirá para juegos y transmisiones nocturnas, pero también para otros eventos, tanto culturales como artísticos, afirmó el Burgomaestre. “Es una nueva era en la historia del querido papá Aucas”.
La inversión total será de USD 1 900 000 y la empresa adjudicada es el Consorcio Esacero Eindose Máster Light.
Para corroborar las palabras del Burgomaestre, en el rincón sur-oeste del patio del garaje principal, dos tractores y varios trabajadores de la construcción excavaban el suelo y adecuaban el sitio donde irá la primera torre de luminarias.
Mientras tanto sus jugadores titulares y muchos suplentes hacían su ingreso a la cancha por la puerta 3. Y eran recibidos con alegría y esperanza por los fanáticos del ídolo del pueblo.