Antes de cada partido de fútbol, Salomón Espinosa cumple un ritual para dejar lista la cancha. El jueves último, el encargado del mantenimiento niveló el césped y puso las redes en los arcos del flamante estadio de la Universidad Técnica del Norte (UTN).
Desde hace tres décadas, Espinosa se dedica al cuidado de los estadios de Imbabura. El jueves, Espinosa puso a prueba su talento al dejar listo el escenario que fue visitado por 10 000 personas.
A este obrero, de piel canela y pelo cano, no se le escapó ni un detalle para cuidar la ‘alfombra verde’ de 105 metros de largo y 60 metros de ancho.
Desde hace ocho meses, este estadio construido por la UTN es uno de sus lugares de trabajo.
Espinosa también es el custodio del Estadio Olímpico Ciudad de Ibarra. Cumple esa función desde hace 24 años. Ese es el único en Imbabura que está calificado para partidos de Primera categoría del fútbol ecuatoriano.
El jueves pasado, estudiantes y autoridades universitarias y ciudadanos llegaron para conocer el escenario deportivo, ubicado en el norte de Ibarra.
Los equipos juveniles de Liga de Quito y Barcelona estrenaron el gramado. Al final del partido, el cuadro porteño se impuso 1 a 0.
Para las autoridades de la UTN, la infraestructura tiene un estilo europeo. Es decir, un campo techado para 15 000 espectadores y con palcos vip.
Según Fausto Rodríguez, director de construcciones de la UTN, por el momento tienen cubiertos los graderíos este y oeste. El diseño también prevé instalar techos en los tendidos sur y norte.
El miércoles pasado, una cuadrilla de obreros trabajaba a contrarreloj en la pintura de mallas y bancas y la limpieza de pisos.
Espinosa, entre tanto, podaba la hierba y dibujaba el logotipo UTN en el círculo central.
Ahora las autoridades universitarias buscan darle utilidad a este escenario, que costó USD 1,7 millones. Para Antonio Posso, rector de la UTN, este campo de juego debe servir no solo a los universitarios, sino también a toda la comunidad imbabureña.
“En la provincia hay una fiebre por el fútbol profesional. Hay dos equipos en la serie B y seis que quieren llegar a esa categoría”.
Según Posso, el estadio podría ser usado por esos clubes profesionales. La UTN también estudia la posibilidad de armar un equipo de fútbol profesional.
Según Nelson Aguirre, presidente de la Asociación de Fútbol de Imbabura, se trata de un escenario de primer orden. Sin embargo, la barra de Barcelona puso a prueba las mallas de la general norte, que se deformaron.
Tras el pitazo final, Salomón Espinosa volvió a su oficio: detectar las fallas del césped para dejarlo listo para el próximo partido.