La historia detrás de los peores asientos para ver la final de la Champions en Kiev

Imagen de una fila de asientos en el estadio de Kiev para ver la final de la UEFA Champions League

Imagen de una fila de asientos en el estadio de Kiev para ver la final de la UEFA Champions League

Existen partidos de fútbol a los que cualquier amante de este deporte anhela asistir y la final de la Champions League es uno de ellos. Miles de fanáticos se trasladan hasta la ciudad que alberga la definición del torneo más importante de Europa y pagan grandes sumas de dinero para presenciar el duelo que define al equipo campeón del continente.

En el estadio olímpico de Kiev, sede del duelo decisivo entre Real Madrid y Liverpool, hay algunas ubicaciones que no complacerán del todo a aquellos que abonaron su entrada. En las redes sociales se han viralizado las imágenes de unos asientos desde los que es imposible vizualizar el partido.

Dentro de la categoría 3 entre los tickets a la venta, y a un precio de 160 euros (casi USD 200), se encuentra un conjunto de butacas que no disponen de la mejor de las vistas para apreciar la final. Están en el anillo inferior de la primera bandeja –sector D1– y poseen una pared de concreto a su costado que no permite apreciar más allá de una de las áreas.

No hay pantallas de televisión ni nada que compense el error, por lo que quienes se sienten allí tampoco podrán ver las jugadas que les impide contemplar el muro.

"Hay bastante contradicción entre los que dicen unos y otros. Nadie confirma el sector pero los encargados de la UEFA me dijeron que ya están enterados de eso y que no es cierta la toma desde donde está sacada la foto. Otros aseguran que esos lugares no van a ser utilizados. Hay una versión de que aquella tribuna es para sordos y contará con un relator especial para aquellas personas que cuenten con esa discapacidad".

David Perrette, Media Operations Manager de la UEFA, sostuvo a Infobae que no es el único sector donde hay dificultades visuales pero que los mismos no están habilitados al público. Asimismo, Perrette y Greg Biscos, también empleado de la UEFA, mostraron su disconformidad con las instalaciones ucranianas y expresaron que no están a la altura de lo que la competencia merece.

El recinto posee una capacidad para 70.000 personas pero la UEFA solo puso a la venta 63.000 localidades.

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