Hinchas de Macará llegaron desde EE.UU. y Europa para el partido de Copa

Diego Ortiz también buscó indumentaria del equipo. Foto: Mauricio Bayas / EL COMERCIO

Diego Ortiz también buscó indumentaria del equipo. Foto: Mauricio Bayas / EL COMERCIO

Roberto Gutiérrez compró bufandas del Macará, en Ambato. Foto: Mauricio Bayas / EL COMERCIO

Son hinchas del Macará hasta el tuétano. El primer partido del club en la Copa Libertadores de América los emocionó tanto que viajaron desde Estados Unidos hasta Ambato. También hubo aficionados que llegaron desde Europa.

Algunos pidieron permisos en sus trabajos. Otros adelantaron las vacaciones. Su amor por los colores del equipo, los impulsó a tomar viajes ‘relámpagos’ para mirar en acción al viejo y querido Macará, ante el Táchira, en su debut en la Copa a sus 78 años de fundación.

La pasión los desborda. La alegría les llevó hasta lucir ropa interior con los colores y el sello de Macará. Roberto Gutiérrez, ambateño que trabaja desde hace 27 años en EE.UU., buscó bóxer en todas las tallas en el local Boman Sport, donde se venden las camisetas oficiales y souvenirs del club.

Puesto una bufanda con las leyendas ‘Bendita enfermedad’ e ‘ídolo’, expresó su emoción. “Hubiera querido que mi viejito viva esta alegría. Él está en el cielo acompañándonos. Macará es ídolo y estamos felices de llegar hasta acá para verlo en la Copa”, dice Gutiérrez.

Fue al estadio con Rubén Miranda, amigo de la infancia. ¿Cuántas veces ha llorado por Macará? “Las lágrimas no se cuentan. He llorado porque ha descendido y también por los ascensos. Hoy lloramos de alegría”, dijo emocionado.

Diego Ortiz también llegó a la capital de Tungurahua. Emocionado contó que pasó por la Sub 18 del club. Uno de los juegos que marcó su amor por el club fue en 1998 cuando Macará ganó a Liga, en Ponciano, con gol de Cristian Bottero.

“El amor por el equipo viene desde mi abuelito José Ortiz. No soy del momento. Soy de Macará desde que nací. Soy mánager y promotor de restaurantes. Llevo 15 años afuera. Vivo con mis cuatro hijos y mi esposa. Somos una generación de hace 70 años”, contó Ortiz.

Diego Ortiz también buscó indumentaria del equipo. Foto: Mauricio Bayas / EL COMERCIO

Calcula que unos 200 hinchas aprovecharon el partido y adelantaron su viaje para disfrutar del fútbol y de las Fiestas de las Flores y de las Frutas.

Ortiz contó que en el juego de clasificación a la Libertadores, cuando Macará ganó a Barcelona en Guayaquil el año pasado, se reunió con más de 400 personas para festejar.

El partido también reunió a las familias. Miller Salazar, presidente del club, contó que una de sus hermanas viajó desde Inglaterra para alentar en el estadio. “Es algo indescriptible”.

Santiago Bonilla, gerente de Boman, explicó que hubo gran demanda de camisetas en la preventa y reservaciones desde EE.UU. Tras el encuentro, algunos hinchas también alistarán los viajes para la revancha, en Venezuela.

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