Los hermanos Guerrero hacen suya la Vuelta al Ecuador

Los azuayos participaron en un Mitsubishi EVO IX. Ganaron cuatro de las cinco etapas. Foto: Diego Sánchez  de El Ambateño para EL COMERCIO

Los azuayos participaron en un Mitsubishi EVO IX. Ganaron cuatro de las cinco etapas. Foto: Diego Sánchez de El Ambateño para EL COMERCIO

Los azuayos participaron en un Mitsubishi EVO IX. Ganaron cuatro de las cinco etapas. Foto: Diego Sánchez de El Ambateño para EL COMERCIO

Juan Guerrero y su hermano Sebastián ganaron la máxima competencia en rally del país. Tras ocho días de recorrer nueve provincias de la Serranía nacional, el equipo cuencano se puso la corona, como en el 2014, cuando logró este título por primera vez para su provincia.

Guerrero no dejó espacio a la duda, al ganar cuatro de las cinco etapas que se disputaron en la vuelta, que contó con la organización de la Federación Ecuatoriana de Automovilismo y Kartismo (Fedak).

La tripulación azuaya tuvo en su Mitsubishi EVO IX, la fiabilidad necesaria para vencer los 1 200 kilómetros.

El segundo lugar fue para la tripulación conformada por los lojanos Homero y Rubén Cuenca, que tuvieron como copiloto a Ramiro Arévalo.

Los ambateños Carlos y Sebastián Palacios, que en el 2015 lograron el título, finalizaron en el tercer lugar.

Sebastián Palacios cruzó la línea de meta, de un prime de velocidad de una vuelta, en reversa. Ocurrió en el primer día de carrera al llegar al sector de Selva Alegre. La caja de cambios de su Mitsubishi se dañó e hizo que Palacios tomara esta decisión para mantenerse en competencia.

A Juan Guerrero, de 37 años, le costó USD 25 000 ganar la Vuelta al Ecuador. Financió esta participación gracias a sus auspiciantes. También, dijo que la planificación para esta prueba la trabajaron con Sebastián desde hace seis meses.

Un total de nueve personas conformaron su equipo técnico y de abastos. Su mecánico de cabecera es César Galarza, quien tiene su taller en Gualaceo, en el Azuay, y quien tiene a su cargo la preparación de autos para todo tipo de competencias.

Son cerca de 18 años que Juan empezó en el automovilismo. Se desempeñó como copiloto, más tarde pasó a ser piloto. Ahora lleva a su hermano, Sebastián como copiloto.

Sebastien Loeb, el piloto ganador en nueve ocasiones del Campeonato Mundial de Rally (WRC siglas en inglés), ha sido un modelo para Guerrero.

“No es un piloto de show, es un piloto de eficiencia, por ahí va mi línea de carrera, hay que ser eficiente, no espectacular”, ­señaló Juan.

Aunque ya ha ganado en dos ocasiones la Vuelta al Ecuador, por ahora descarta la posibilidad de salir a competir en el exterior, en pruebas del WRC, como ya lo han hecho pilotos como Luis Valverde, Paúl Zea y Martín Navas.

Guerrero tiene claro que eso es un gasto y no una inversión y, por ahora -según dijo- no está dentro de sus planes.

El flamante campeón de la Vuelta es casado hace 14 años, tiene tres hijos y por ahora, piensa tomarse unas semanas de descanso para volver a trabajar en lo que será el 2018, pues buscará un nuevo título.

Sin duda esta vuelta quedará para el recuerdo de los fanáticos tuerca. Para la categoría T4 el triunfo fue para Joffre Yazbek Jr., el piloto lojano a bordo de un Honda Civic logró el título. Mientras que su padre, al mando de un Peugeot, logró la corona en la categoría T3, en un hecho inédito en la vuelta.

En la división T2, el piloto de Riobamba, Cristian Hidalgo alcanzó el primer lugar. Lo tomó con mucha sorpresa, pues inicialmente pensó en no ­par­ticipar. Sus principales rivales, el cotopaxense Fabricio Andino y el tungurahuense Luis Miguel Erazo, se quedaron en la última etapa, entre Azuay y Loja.

En esta edición de la Vuelta se produjo el estreno de la categoría UTV, donde el ambateño Diego Villavicencio logró la corona en la división de los turbo, mientras que en la UTV hasta 1 000 cm³, el título fue para Andrés Guerra.

En el cierre de la Vuelta, Juan Guerrero, Joffre Yazbek Jr. y Andrés Guerra recibieron como premio un tour para presenciar las tres primeras etapas del Rally Dakar, que comenzará el 5 de enero del 2018 en Lima, Perú.

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