La herencia del 2011

El año está por terminarse y es momento del tradicional testamento deportivo. ¿Qué hereda el viejito? ¿Cuáles son los deudos? Revisemos la lista, siempre incompleta y escrita con injusticia :

A Patricio Torres: el teléfono personal del Director del Registro Civil, para consultas urgentes. Y también el número de cuenta bancaria de Emelec, para que pague las entradas al Capwell.

A Alexander Domínguez: un suspensorio, para que un balonazo mal puesto no lo saque de las finales.

A Emelec: una impresora de boletos. Ojo, es impresora, no fotocopiadora.

A Nassib Nehme: la película de los muertos vivientes, protagonizada por Moisés Cuero y Walter Ayoví. Es bueno revisar los clásicos.

A Juan Carlos Estrada: un curso con Rosalía Arteaga, para que pueda durar unos tres días en la presidencia.

A Carlos Sevilla: una cita con el Pocho Harb para brindar y quitarse la frustración que les generan las copas que los dejan jugar.

A José Francisco Cevallos: el capítulo del Chavo en que se menciona la frase: “La venganza nunca es buena, mata el alma y la envenena”. Pero mejor no le dejemos nada, vaya a venir a p...nos.

A Ecuavisa: el DVD de la vuelta olímpica de Liga en el George Capwell, para que el Director se entere de que los campeones suelen celebrar los títulos.

A Liga: la vitrina en que Barcelona pensaba guardar sus copas internacionales, parece que no la va usar en algunos añitos más.

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