Geovanny Nazareno se afianzó en Delfín

En el conjunto manabita, Nazareno (der.) ha jugado 14 de los 18 partidos disptuados en el torneo nacional

En el conjunto manabita, Nazareno (der.) ha jugado 14 de los 18 partidos disptuados en el torneo nacional

En el conjunto manabita, Nazareno (der.) ha jugado 14 de los 18 partidos disptuados en el torneo nacional. Foto: Agencia API para EL COMERCIO

A Geovanny Nazareno le gustan las ciudades cálidas. El futbolista está cómodo en Manta, donde se destaca como titular en el Delfín, equipo que ocupa el primer lugar del campeonato nacional.

Cada vez que puede va a la playa del Murciélago, el mar es uno de sus destinos favoritos y allí acude con su familia. Gusta de los mariscos y la comida costeña, disfruta de su estancia en el balneario manabita, donde reside desde inicios de este año.

Para Nazareno, el cuadro cetáceo es una oportunidad de ‘revancha’, luego de dos temporadas en las que no se pudo consolidar en un equipo ecuatoriano, tiempo en el que también tuvo un fugaz paso por la segunda división de México.

El año pasado a Nazareno le fue mal en Emelec. Solo actuó en ocho partidos con el primer equipo, tampoco actuó con la reserva. Su contrato fue por una temporada, por lo que en noviembre ya estuvo buscando un nuevo destino.

Su vinculación con Delfín demoró. Recién en febrero pudo arreglar el tema económico. Cuando se sumó a la plantilla, ya habían conseguido un empate con River Ecuador y una victoria frente a Liga de Quito.

Fue la última incorporación de los manabitas, que habían perdido a su lateral zurdo, Beder Caicedo, transferido a Barcelona SC. El futbolista se sumó a los trabajos, con la esperanza de retomar su ritmo.

En el Delfín se encontró con Henry Patta, con quien había coincidido durante su paso por Barcelona, en el 2015. Ellos se apoyaron para adaptarse a la ciudad, recorrieron el balneario, buscaron casas para sus familias… suelen llegar juntos a las prácticas.

Conserva en su pecho el escudo de Barcelona, tatuado desde que tenía 18 años. Es hincha torero confeso, pero ahora le dedica toda su concentración al cuadro mantense, con el que tiene contrato hasta diciembre. Con 29 años, el jugador considera que ha madurado. En las últimas temporadas estuvo alejado de las polémicas, que marcaron parte de su carrera. Evita hablar de esos aspectos de su pasado y prefiere enfocarse en el buen momento que atraviesa su club.

Nazareno estuvo involucrado en un accidente de tránsito, un supuesto escándalo sexual, y una suspensión por consumo de sustancias prohibidas. Esta última lo dejó fuera de las canchas durante 16 meses, entre el 2011 y 2013.

Cuenta que ese fue uno de los momentos más difíciles de su vida. Para él, el fútbol es una pasión y no poder practicarlo le quitaba el sueño, más aún porque su sanción demoró en ser oficializada. Su familia lo apoyo anímicamente.

Durante las prácticas, en el complejo de los Geranios, suele estar callado, pero se suma a las bromas que realizan sus compañeros. Tiene confianza con todos, pero siempre espera que sea Jefferson Sierra quien cuente el primer chiste.

Ahora, en su ‘revancha’ Nazareno proyecta una imagen seria. Llega temprano a las prácticas, se apega a los pedidos tácticos del entrenador Guillermo Sanguinetti, y se mantiene alejado de los periodistas que manejan temas ajenos al deporte. José Delgado, presidente del equipo, cuenta que la experiencia de Nazareno “enriquece” a la plantilla. El titular del club está contento con el rendimiento del jugador oriundo de Lago Agrio.

“Tenemos jugadores poco reconocidos, pero aquí los tratamos con respeto y los hacemos sentir bien. Eso ayuda a que sean mejores, además él (Nazareno) es un hombre con un gran recorrido”, mencionó Delgado.

Suma 14 partidos con Delfín. El DT Sanguinetti también reconoce las virtudes del lateral. Para el entrenador, su velocidad es determinante para el estilo de juego que tiene el equipo, con transiciones y contraataques rápidos.

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