Un movimiento inusual se registró ayer en las instalaciones del complejo de Patamarca, lugar de prácticas del Deportivo Cuenca. Un grupo de 16 personas, entre reporteros, camarógrafos y fotógrafos, esperó cuatro horas para conocer las decisiones de la dirigencia.En los exteriores del local, la primera hora, tres reporteros y un camarógrafo hicieron guardia. Luego, con los reportes radiales en vivo, llegaron otros comunicadores. Las puertas de ingreso se cerraron a las 09:44, tras la llegada del técnico Paúl Vélez, quien llevaba su renuncia irrevocable al cargo.La dirigencia del ‘Expreso Austral’, presidida por Julio León, ingresó 15 minutos antes al complejo. La idea era conversar con los jugadores, pero antes convencer a Vélez para que siga al menos los dos últimos cotejos de la primera etapa: con Universidad Católica (visita) y El Nacional (local).Sin embargo, la decisión era irrevocable. Su asistente técnico, Javier Solís, se solidarizó y también renunció. No así el preparador físico Pablo Bravo y el preparador de arqueros Juan Carlos Benítez, quien ayer llegaba de un viaje personal de Estados Unidos.A las 10:50, en su vehículo, Vélez intentó dejar el lugar. Los reporteros, camarógrafos y fotógrafos le cerraron el paso. Con nostalgia explicó que su renuncia es para el bien del club y lamentó que no pudo concretar su proyecto. “Ojalá que con mi salida muchos jugadores cambien de actitud”.Pese a ese pronunciamiento evitó dar nombres porque “no quiero hacer daño a nadie, todo mundo sabe”. Él aseguró que ayer no se despidió de ninguno de los jugadores, puesto que ya entraron a la reunión con la dirigencia.La guardia, según pasaban las horas, se convirtió en desesperación para los representantes de la prensa. Sin embargo, todos se mantuvieron firmes pese al asfixiante sol de mediodía.Tras la angustiosa espera salieron de prisa los jugadores, quienes no se entrenaron por la prolongada reunión. El capitán del equipo, Giancarlo Ramos, aclaró que nadie quiso que se vaya Vélez. “Se llegó a decir que aquí hay trinca, es una tremenda barbaridad”. A las 13:28 apareció Julio León. Todos los micrófonos y cámaras se dirigieron a él. Comunicó que Benítez, quien tiene título de técnico, dirigirá provisionalmente al equipo en los próximos dos cotejos y que en ese tiempo se buscará un nuevo entrenador. Bravo seguirá en la preparación física.León confirmó la salida del delantero Jorge Ladines y de otro futbolista que evitó dar su nombre hasta comunicarle la decisión. Ladines, por su parte, denunció que otros son los indisciplinados, quienes llegan atrasados y con aliento a licor. No dio nombres.