En el estadio Monumental Banco Pichincha, desde las 16:47, se enfrentaron Barcelona y Universidad Católica. Los toreros, luego de que Independiente del Valle perdió con Liga de Loja, buscaron terminar segundos en el presente campeonato, pero no lo consiguieron. Eso no es todo, comprometieron su cupo en la Copa Libertadores o Copa Sudamericana. Henry Patta fue su verdugo. A los 55 minutos puso la primera y única anotación para Universidad Católica.
El equipo amarillo, en los primero minutos, intentó hacerse fuerte en el medio campo. Además, intentó aprovechar las bandas para hacerse rápido. Sin embargo, la defensa visitante se paró fuerte y tapó los espacios.
El partido careció de jugadas peligrosas de gol. Ninguno de los dos equipos se mostró suficientemente peligroso.
Barcelona, luego de los 20 minutos, intentó meter peligro al área de la Católica. Saucedo, por la derecha, intentó desbordar; pero el defensa del equipo guayaquileño mostró dificultad para realizar ese tipo de jugadas.
Barcelona, por las bandas, se mostró más peligroso. Sobre todo por la banda derecha, el equipo amarillo fue prolijo. Pero, la Católica en la contra se mostró peligroso. La ‘Chatoleí’ esperó a ver qué podía ofrecer el equipo torero y en la contra, apostando por la velocidad, quiso hacer daño.
Ambos equipos priorizaron el trato del balón. Cuidaron la pelota y no quisieron perderla. Eso hizo que el encuentro sea más lento y que carezca de muchas jugadas con peligro de gol.
Al final del primer tiempo, ambos equipos priorizaron un juego a tope de balón al piso, con mucho vértigo; pero sin jugadas claras al área.
Se inició el segundo gol y entre Penilla y Arrollo pusieron en apuros a Galíndez. El golero de la Católica se convirtió en héroe y no dejó que los locales se pongan en ventaja.
La Católica, sin embargo, empezó a manejar mejor el partido. Los hermanos Patta fueron los más peligrosos de la ‘Chatoleí’. Y, precisamente, apareció Henry Patta. El jugador de la Católica aprovechó un descuido de la defensa amarilla y metió un golazo. Se acabó el récord de Máximo Banguera. Quedó a nueve minutos de ser el segundo mejor arquero de Barcelona, en lo que a goles recibido se refiere. Estuvo 729 minutos sin recibir goles.
Luego del gol, la Católica se adueñó del balón. Comenzó a manejar mejor los tiempos y Barcelona, en cambio, fue más impreciso. El medio campo torero careció de marca y eso facilitó el trabajo de la ‘Chatoleí’.
En los últimos minutos, Barcelona se fue con todo buscando el empate. Sin embargo, los ataques fueron desordenados. Con este resultado en contra, Barcelona hipoteca las posibilidades de llegar a un torneo internacional. Los toreros, al perder de locales, le dieron vida a los quiteños (Católica y Deportivo Quito).