El técnico del Manchester United, el escocés Alex Ferguson, puso ayer sobre el césped del estadio Santiago Bernabéu un once algo más conservador de lo que acostumbra en la Premier League, en el que primó la seguridad defensiva sobre la fantasía y el ataque.
Pese a los rumores que circulaban en los medios de comunicación sobre la posible alineación, Ferguson decidió apostar por Phil Jones, un defensa reconvertido a volante, en lugar de Tom Cleverley, quien apareció como un fijo en la mayoría de las apuestas.
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Cleverley, de 23 años, un volante con vocación ofensiva, brilló esta temporada en el medio campo del Manchester United, con tres goles, dos asistencias y un porcentaje de pases superior al 90%.
Sin embargo, Ferguson se decantó por Jones, ex central del Blackburn Rovers, de 20 años, y que en los encuentros ante los equipos grandes viene actuando de centrocampista defensivo.
La tendencia del DT de los ‘Diablos Rojos’ de primar la defensa en los partidos clave no es nueva, y ya en los últimos años intentó sorprender, blindando su meta en su visita a rivales peligrosos.
Ferguson planteó un encuentro en el que dejó la posesión de la pelota y el dominio del juego a su rival. Otra de las sorpresas en la alineación fue la presencia del delantero Danny Wellbeck, un jugador veloz, perfecto para el contragolpe ideado por el DT escocés.
Ese ‘fútbol total’, similar al planteado por el técnico del Madrid, José Mourinho, dio sus frutos, y tras lograr el 1-0, el conjunto inglés se cerró atrás y se limitó a salir a la contra con Robin van Persie, Wayne Rooney y Wellbeck.
Esta tendencia de salvaguardar la defensa y salir rápido la practicó Ferguson en el partido de ida de cuartos de final de la Liga de Campeones del 2010, entre los ‘Diablos Rojos’ y el Bayern de Múnich.
En ese encuentro, que acabó 2-1 para el equipo alemán, el escocés alineó a tres volantes -Carrick, Fletcher y Scholes-, dos extremos -Park y Nani- y solo un punta -Rooney-, cediendo el balón a los muniqueses y contraatacando.
En la final de la Champions del 2011 entre el Manchester y el Barcelona, Ferguson empleó una táctica similar a la puesta ayer en el Bernabéu, con dos delanteros -Rooney y el ‘Chicharito’ Hernández- y un extremo muy veloz, el ecuatoriano Antonio Valencia.
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En ambos casos, los planteamientos no dieron sus frutos, y cayeron 2-1 y 3-1. Ayer al menos ya sacó un empate en suelo complicado y ante otro aspirante.