La Tri que se rebeló y quedó fuera del Mundial

Foto: Archivo EL COMERCIO

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Un punto impidió que Ecuador cumpliera su propósito de buscar su tercer Mundial de forma consecutiva. Los dedos de los aficionados y de la prensa señalaron al técnico nacional Sixto Vizuete como el responsable de ese fracaso.

Se lo acusó de carecer de liderazgo para manejar lo que se conoce como ‘camerino caliente’. Es decir, lidiar con lo que representaban los jugadores experimentados. De hecho, se llegó a decir que fueron ellos quienes impusieron las alineaciones.

“Eso siempre fue una mentira. Jamás dejé que nadie interno o externo se entrometiera en mi trabajo. Yo siempre tuve el control”, se defendió el estratega cotopaxense, que hoy dirige a El Nacional, en la Serie A.

Vizuete asumió el control del equipo luego de la salida del colombiano Luis Fernando Suárez, quien dejó el cargo por malos resultados en el inicio de la eliminatoria y porque su relación con los jugadores se desgastó. Así lo corroboró su ex preparador físico, Oswaldo García. “Cuando la relación ya no es buena con los futbolistas, todo se complica. No podemos decir que por ellos salimos, pero consideramos que era lo más saludable en ese momento”.

Cuando Vizuete tomó las riendas del combinado mayor, había conseguido, como principal éxito, el título de los Juegos Panamericanos de Río de Janeiro 2007 con el combinado menor. Pero Ecuador, en las eliminatorias con Suárez, había sufrido derrotas con Venezuela en casa, con Brasil en Río y con Paraguay en Asunción.

El debut del DT criollo

Vizuete debutó el 21 de noviembre del 2007 con una goleada de 5-1 sobre Perú, en Quito. Apenas tuvo un mes para preparar al equipo para ese cotejo contra los incas. La nómina que convocó fue casi la misma que llamó Suárez en los encuentros anteriores.

Siempre estuvieron futbolistas como Édison Méndez, Iván Kaviedes, Iván Hurtado, Giovanny Espinoza. Pero, Vizuete cumplió con su ofrecimiento de involucrar al talentoso Jefferson Montero, quien tenía 18 años.

Hólger González, el preparador físico que aún trabaja con Vizuete, fue quien mayor contacto y ‘feeling’ tuvo con los seleccionados. Con él conversaban y bromeaban durante los entrenamientos y en las concentraciones.

El ex Mayor del Ejército contó a este Diario que siempre se dio un trato especial a los jugadores que militaban en el exterior. Méndez era figura en el PSV Eindhoven, Espinoza pasó por el también holandés Vitesse y el Cruzeiro brasileño, Hurtado aún se destacaba en Colombia (Atlético Nacional y Millonarios) y Valencia en el Wigan inglés. “Solo se hizo un tratamiento diferente por el desgaste de los viajes”.

Para mantener una buena relación en el interior del grupo, se realizaban dinámicas en las concentraciones. Se sorteaban premios que el presidente de la Federación Ecuatoriana de Fútbol (FEF), Luis Chiriboga, llevaba.

En las habitaciones, habitualmente se juntaban los experimentados Hurtado, Méndez, Tenorio, Walter Ayoví, Isaac Mina, Reasco, quienes eran lo más risueños. Mientras que los jóvenes se apegaban a ‘Toño’ Valencia, a Caicedo, a Benítez por su afinidad.

“Realmente nunca hubo problemas como decían. Quizás nos costó al principio del proceso, pero al final todos sabíamos que el Mundial era un premio para el grupo. Nos quedamos por mala fortuna”, agregó González.

Chiriboga fue clave en la continuidad de Vizuete al frente del combinado. El principal directivo del fútbol ecuatoriano lo respaldó en su gestión. Elogió siempre el trabajo del entrenador y de sus asistentes. “El profesor demostró su capacidad porque tomó al equipo con cero puntos y se quedó a uno de ir al repechaje. Lo importante es que dejó una buena base para la actual eliminatoria”.

El técnico argentino de la Universidad Católica en la Serie B, Jorge Célico, considera que la Selección que participó en ese camino a Sudáfrica 2010 “especulaba mucho”, en relación con la actual que lidera el colombiano Reinaldo Rueda. “Esa y las otras selecciones eran muy calculadoras”.

Pasaron tres años y Vizuete aún añora los días al frente del seleccionado mayor. Hoy luce en el pecho el sello de El Nacional, pero aseguró que en “algún momento” volverá a dirigir a Ecuador en una eliminatoria. “Los técnicos ecuatorianos también tenemos mucha capacidad”, aseguró.

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