Las preocupaciones de Reinaldo Rueda se hicieron evidentes en el cotejo. Habló a sus jugadores durante casi todo el juego desde el borde de la zona técnica del estadio Monumental. Esa reacción se debía a que su propuesta estratégica no alcanzó para frenar la dinámica que impuso el campeón mundial.
El propósito de poner un planteamiento que pudiera servir para los juegos ante Colombia y Bolivia, el 6 y 10 de septiembre, por las eliminatorias, se fue diluyendo a medida que avanzó el cotejo. Eso se reflejó en las intenciones de poner en la delantera a Narciso Mina y a Joao Rojas para que acompañaran a Felipe Caicedo, quien ayer recién completó un partido -el último fue en junio-. Con estos dos últimos se intentó compensar en algo la función que cumplía el fallecido Christian Benítez. Este solía bajar para salir con el balón desde el medio campo. Y eso ayer le faltó a Ecuador en su derrota ante España (2-0) en el Monumental.
Sin embargo, Rueda sí tuvo tiempo para probar a los dos volantes centrales que talvez serán titulares en Barranquilla, el 6 de septiembre. Pedro Quiñónez y Segundo Castillo -este último remató, desde afuera, al arco de Iker Casillas, al final del primer tiempo-. Los dos mediocampistas intentaron, a ratos, cortar la dinámica que caracteriza al fútbol de España.
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¿Le alcanzará ese propósito al técnico? Esta pregunta se sostiene en que el combinado de Colombia de local es más agresivo, sus laterales originan más opciones ofensivas y su medio campo es consistente con James Rodríguez, de líder. Pero ayer, la zaga de la Tri pasó apuros en el momento que los españoles hicieron los pases cortos entre los volantes y delanteros. Allí, Jorge Guagua y Gabriel Achilier usualmente llegaban tarde.
Esas observaciones fueron reconocidas por Rueda, en la conferencia de prensa. También el esfuerzo de los seleccionados, pese a los bajos rendimientos de estos -sin precisar nombres- en sus clubes, tanto locales como en el exterior.
Ese escenario de preocupación se hizo evidente en los últimos meses, después de caer ante Perú y empatar con Argentina, porque los seleccionados estuvieron de vacaciones y se cambiaron de clubes en las ligas de México, Arabia, Inglaterra y Rusia. Ante eso, Rueda y su cuerpo técnico idearon una estrategia para empezar a levantar la estima de los futbolistas, dentro y fuera de la concentración. Se comunicaron con ellos para transmitirles la importancia de sus roles en la Tri. El mismo Rueda admitió lo que hizo con Juan Carlos Paredes, marcador del Barcelona.
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Ayer esa función de asistencias en el medio campo la cumplió Édison Méndez, por momentos, en ausencia de jugadores claves como Antonio Valencia y de Jefferson Montero. Al volante de la ‘U’ también le costó cumplir con esas disposiciones ya que tampoco ha tenido continuidad en su club.
Aún con esas deficiencias, la Tricolor estuvo obligada a mantener el orden en su medio campo y en la defensa. A veces lo cumplía y en otras era una vía de fácil tránsito para los españoles. En la delantera era imposible mejorar porque allí carece de esa fuerza que la identificó hasta marzo de este año. Por eso no le quedó otra opción de cubrir en postas a los españoles.
Después vinieron los goles, gracias al talento de los campeones. Álvaro Negredo y Santi Cazorla, uno mejor que el otro. Allí quedaron en evidencia esas preocupaciones que tiene Rueda en la conformación de la zaga. Ayer estuvieron Guagua y Achilier, quienes terminaron siendo titulares ante las ausencias de Frickson Erazo y Jayro Campo.
La derrota ante la campeona deja en evidencia que Ecuador está en una situación preocupante, porque los seleccionados atraviesan bajos rendimientos que trataron de ser compensados más con actitud que con destrezas técnicas.